En el “Día Mundial de la Seguridad del Paciente”, el doctor Vladimir Bustinza, de la Facultad de Medicina Humana de la UDEP, sostiene que hay que humanizar cada encuentro médico-paciente, anteponiendo la seguridad y bienestar de este.
Por Vladimir Bustinza. 17 septiembre, 2024.El docente de la Universidad de Piura asegura que hablar de la seguridad del paciente no se refiere solo a cumplir con los estándares establecidos, sino que la persona (el paciente) debe ser el centro de todas las acciones médicas.
Sin embargo, explica que más allá del cumplimiento administrativo “el verdadero fundamento de estas medidas de mejora reside en la promoción y difusión de una cultura de atención centrada en la seguridad del paciente, cuyo objetivo es minimizar el riesgo de daño a través de un comportamiento individual y colectivo, comprometido y consciente.
Al respecto, Bustinza indica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) propone el lema “¡Diagnósticos correctos, pacientes seguros!” para la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, que se celebra el 17 de septiembre.
“Este lema nos invita a reflexionar y mejorar la toma de decisiones en el plan individual de atención de cada usuario, una labor que, con frecuencia, los profesionales de salud realizan con profesionalismo y dedicación, a pesar de las limitaciones de recursos humanos e infraestructura hospitalaria, que no permiten lograr la tan ansiada satisfacción del paciente, frente a la cartera de servicios que se le brinda”.
Indica, asimismo, que esta efeméride debe constituir una oportunidad “para promover la construcción de una sólida relación médico-paciente desde el primer encuentro. Es esencial evaluar las expectativas del paciente y fomentar su participación activa, así como la de su entorno familiar, en la toma de decisiones y el autocuidado de su salud. Todo esto debe desarrollarse en un ambiente de calidez y respeto, junto con el compromiso de cada médico con el aprendizaje continuo”.
Recalca que estos factores, a largo plazo, garantizan resultados positivos y contribuyen a la creación de una cultura de valores y virtudes que deben ser compartidos por todo el sistema de salud.
“La seguridad del paciente no se garantiza con una simple lista de verificación. Es necesario abordar las causas primordiales de los problemas en nuestro sistema de salud y actuar en consecuencia. Una sólida formación desde el pregrado, centrada en la humanización de la atención, no solo ayuda a prevenir riesgos y eventos adversos, sino que también fomenta el trabajo coordinado entre los diferentes sectores en favor de la salud, sin importar dónde se desempeñe cada profesional sanitario”, subraya el médico.