En un encuentro de editores de revistas científicas, la doctora Zeta refirió que la IA es una herramienta con potencialidades, pero no es un autor con libertad, conciencia y responsabilidad.
Por Lucy Vicente Chamba. 13 diciembre, 2024.La doctora Rosa Zeta, profesora emérita de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Piura y editora de la Revista de Comunicación de esta casa de estudios, expuso “El uso de las tecnologías en los procesos de gestión editorial”, en el II Congreso Internacional en Docencia Universitaria: uso de las tecnologías, inteligencia artificial y publicaciones científicas.
El evento, organizado por la Revista Digital de Investigación en Docencia Universitaria (RIDU) de la UPC, se realizó en modalidad virtual, del 26 al 28 de noviembre. Reunió a expositores de Perú, Colombia, Brasil, México, Argentina y España. Su objetivo fue de identificar el uso de las herramientas de la IA, sus implicaciones para la docencia universitaria y el rol de los autores, comités científicos y revisores, en el proceso de las publicaciones científicas.
Investigaciones científicas
En su ponencia, la doctora Rosa Zeta señaló que las políticas editoriales de las revistas científicas deben tener lineamientos claros del uso de la IA. Destacó que los autores, como responsables de sus obras, deben declarar con precisión el uso de la IA generativa, la herramienta usada, el contenido generado y el propósito correspondiente.
“La IA no debe citarse como autor, puesto que, como tecnología informática, carece de la capacidad humana de asumir responsabilidad o dar consentimiento. Los autores humanos son responsables sobre la exactitud, integridad y originalidad de sus documentos”, señaló Zeta.
Asimismo, aseguró que en las investigaciones científicas la IA puede usarse únicamente para mejorar el lenguaje y la redacción, no para interpretar datos o extraer conclusiones porque sus resultados pueden ser incorrectos, incompletos o sesgados.
Evaluadores y editores
En torno a los evaluadores y editores, la doctora Rosa Zeta explicó que ellos no deben usar la IA generativa en sus procesos de revisión porque en estos debe primar el criterio de la confidencialidad.
Destacó que, en los roles de evaluador y editor, se tiene la obligación de resguardar la investigación hasta su publicación. “El manuscrito no debe ser cargado a ninguna herramienta artificial. Hacerlo puede violar la confidencialidad, los derechos de propiedad de los autores o los de privacidad de los datos”, explicó.
Zeta precisó que la responsabilidad de los resultados de la investigación científica y su calidad corresponden al autor, quien deben reconocer el uso de la IA en los procedimientos y en la metodología, con transparencia y para conocimiento de la comunidad científica.
“La esencia de la investigación está en la integridad del autor, que busca la verdad, con rigor científico, con rectitud de intención y con el objetivo de avanzar en el conocimiento de la ciencia que cultivamos”, acotó.