El aislamiento y la falta de actividad pueden afectar la salud mental en la vejez, indica el doctor Rodolfo Roa, docente de la Facultad de Medicina Humana. ¿Cómo proteger la salud de los adultos mayores?
Por Manuel Camacho-Navarro. 19 marzo, 2025.El envejecimiento es una etapa de la vida que trae consigo múltiples cambios, tanto físicos como emocionales. Si bien es natural experimentar ciertas transformaciones, algunos problemas de salud mental pueden afectar gravemente la calidad de vida de los adultos mayores.
El Dr. Rodolfo Daniel Roa Llamosas, médico psiquiatra y docente de la Facultad de Medicina Humana, advierte que “los cuadros depresivos en el adulto mayor tienen una frecuencia considerable” y, con ello, aumentan las probabilidades de sufrir enfermedades cerebrales. “Las distintas demencias, como la demencia tipo Alzheimer o la demencia frontotemporal, entre otras, son también frecuentes y especialmente conocidas”, señala.
El aislamiento, la demencia y otros males
Muchas veces, la depresión en los adultos mayores no se manifiesta de la forma en que un gran sector de la población cree. “Pueden mostrar irritabilidad como un rasgo más común, en lugar de la tristeza que uno esperaría”, revela Roa. Esto significa que una persona mayor que se comporta constantemente irritable o impaciente podría estar atravesando un cuadro depresivo sin que su entorno lo note.
En este sentido, un adulto mayor que vive en soledad, pasa largas horas sin conversar con alguien o limita sus actividades diarias al consumo de televisión, puede aumentar el riesgo de sufrir estrés y depresión considerable, y acelerar el deterioro cognitivo.
“Además de que el adulto mayor no tendría ningún estímulo para socializar, ciertos problemas relacionados a la pérdida de memoria —como el que ya no recuerde cosas cotidianas, el lugar en el que dejó las llaves o su billetera— o dificultades en la realización de las actividades cotidianas, se comienzan a evidenciar marcadamente falta de energía y la presencia de ideas asociadas a la muerte”, advierte Roa.
Mente, cuerpo y descanso
Debido a que la pérdida de memoria —la cual, al principio, podría parecer inofensiva— puede evolucionar y afectar la capacidad del adulto mayor para realizar actividades diarias, es fundamental fomentar una rutina de actividades que estimulen el cuerpo y la mente. “Es importante mantener una rutina de actividad física apropiada para la persona, como salir a caminar o el Tai Chi”, indica el doctor.
Para evitar el deterioro cognitivo, Roa señala que “el estímulo cognitivo mediante la lectura y la resolución de crucigramas y pupiletras ayuda a que el cerebro se mantenga activo”.
Asimismo, aprender un nuevo pasatiempo o “participar en actividades sociales de interés con su familia u otras personas allegadas” son tareas beneficiosas que disminuyen el aislamiento y mantienen las capacidades mentales en buen estado.
Por otro lado, la higiene del sueño también es determinante. La falta de descanso puede agravar problemas emocionales, aumentar la irritabilidad y afectar la memoria. El Dr. Roa Llamosas resalta que “dormir en una habitación completamente oscura y sin ruidos, mantener horarios de sueño regulares, tomar una cena ligera dos horas antes de dormir y evitar alimentos con alto contenido de azúcar o estimulantes como el café”, pueden mejorar significativamente el descanso nocturno del adulto mayor.