26

Jun

2020

Los cuatro paradigmas que pueden hacer crecer las pequeñas y medianas empresas

  • Inicio
  • Académico
  • Los cuatro paradigmas que pueden hacer crecer las pequeñas y medianas empresas

El docente del PAD - Escuela de Dirección, Hugo Sánchez, explicó en una charla virtual, de la Oficina de Egresados, Alumni UDEP, los cuatro paradigmas para hacer crecer las pequeñas y medianas empresas del país.

Por Alumni. 26 junio, 2020.

El profesor Hugo Sánchez, de la Escuela de Dirección de la UDEP, señaló que existen algunas diferencias entre el emprendedor y el directivo en la gestión,  organización, control e innovación de la empresa. Por eso, dijo, si el emprendedor desea hacer madurar su negocio deberá considerar los siguientes paradigmas:

Paradigma de la gestión. El emprendedor de una nueva empresa es omnipresente ya que está rondando por todas las áreas. No está solamente en la oficina, dedica su tiempo a los temas operativos y su fuente de información serán los comentarios de su personal de confianza. Su herramienta de gestión será lo que pueda ver y tocar.

En caso pase algo con la empresa, él será el responsable. Este perfil es totalmente válido cuando una empresa nace. Cuando crece, el emprendedor no podrá controlarlo como antes, debe pasar de empresario a directivo, cuyo método de trabajo es de análisis constante.

La herramienta del directivo son los indicadores de gestión: cuadros, ratios, estadísticas, etc., con ellas puede saber si se están cumpliendo los planes. Se dedica a la estrategia a mediano y largo plazo, usando como fuente de información estudios e informes internos y externos.

Sus criterios de decisión son múltiples pues ya no decide solo; tiene gerentes específicos en su equipo de trabajo. Podría ser un director de orquesta.

En este paradigma es importante entender que habrá un momento donde el emprendedor deberá pasar a directivo.

Paradigma de la organización y control. Según el especialista, normalmente una empresa se organiza en un esquema piramidal, donde la gerente está a la cabeza y tiene varios departamentos a su cargo. Sin embargo, las empresas de emprendedores se organizan de forma diferente. La empresa tiene una organización radial, donde el emprendedor está en el centro de todo y recibe información de diferentes frentes.

Conforme la compañía crece, deberá también cambiar su organización y formar un organigrama colaborativo, donde los directivos trabajen según sus experiencias en el mercado. Será necesaria una organización abierta, horizontal y dispuesta a escuchar a los demás.

Asimismo, la manera de controlar tendrá que cambiar. Para Sánchez, el control tiene que ser posterior a la gestión: tener un responsable a cargo, medir sus decisiones con indicadores de gestión y trabajar un modelo de premio-castigo. Los buenos directivos no esperarán órdenes, asumirán riesgos y compromisos por la empresa. Para ello, se necesita un espacio de trabajo adecuado para que ellos puedan hacer su propia gestión.

3. Paradigma de innovación. Quien innova primero golpea dos veces. Es importante que el emprendedor se haga algunas preguntas: ¿conozco la diferencia entre la tecnología client-servidor y el cloud-computing? o ¿conozco las características de las siguientes herramientas básicas de tecnología: ERP, CRM, BI?

Es muy probable que el emprendedor ocupe gran parte del día en supervisar las operaciones diarias de la empresa. Para Sánchez es muy importante saber por dónde va la tecnología y pensar de forma estratégica cómo innovar con herramientas tecnológicas.

Paradigma de la experiencia. El emprendedor y el directivo tienen competencias distintas. El primero está orientado a la acción, tiene poco tiempo para la reflexión, es influyente y muchas veces vertical. En cambio, el directivo está enfocado al análisis, escucha y evalúa más antes de decidir, es colaborativo y le gusta más la formalidad.

Cuando un emprendimiento pasa a una etapa de madurez, es importante analizar si el dueño seguirá como cabeza en la organización. Algunos emprendedores no tienen una educación profesional completa y eso podría ser un potencial riesgo. Una opción loable puede ser contratar a un gerente o director, para que el fundador pueda aprovechar sus competencias para emprender nuevos negocios.

Comparte: