Así es como la recordaremos siempre. Con una seriedad increíble para asumir un encargo o responsabilidad y, al mismo tiempo, con una naturalidad innata para sonreír siempre e irradiar alegría y tranquilidad a los demás.
Por Elena Belletich Ruiz. 20 julio, 2020.Así era Carola García Vilela, quien partió al cielo hoy, lunes 20 de julio, dejando un ejemplo de trabajo, vocación de servicio, generosidad y alegría que enorgullecen a quienes tuvieron el privilegio de trabajar con ella y de ser sus amigos. En su hogar, también sus virtudes relucían: en su dedicación y entrega a su familia, en especial a su mami y a sus sobrinos (“mis hijos”, les decía).
Carola ingresó a trabajar en la Universidad de Piura hace 26 años, en 1994, llegó a la Biblioteca. Pocos años después, pasó a realizar el diseño y diagramación de las Publicaciones UDEP, en la imprenta que tenía entonces la universidad. Cuando esta desapareció, comenzó a trabajar en la Facultad de Ciencias de la Educación, siempre vinculada a las publicaciones de esta, y, en los últimos años, como asistente en el área de Posgrados y Extensión de la facultad; y como apoyo del departamento de Evaluación.
“Siempre recibía a todos con una sonrisa. Se le notaba el ánimo de servir y de proporcionar ayuda. Cuando llegué a la facultad, veía que todos la saludaban y acudían a ella. Al principio no sabía por qué siempre había alegría en su oficina: ella la trasmitía, también, serenidad e inspiraba confianza. Tú sabías que podías confiar en ella”, comenta Toña Calopiña, una compañera de trabajo.
“En todos los aspectos de su vida destacó su espíritu cristiano, el cual siempre estuvo presente en cada una de sus labores y encargos, así como su coherencia de vida y su preocupación por los demás, en especial con sus alumnos de la maestría a quienes acogía con cariño y dedicación. Siempre vio lo mejor de las personas y su amistad se traducía en una sonrisa límpida, sincera. Fue una buena persona muy prudente y discreta que cultivó la virtud de la alegría con un sentido cristiano muy fuerte”, expresa el decano de la Facultad de Ciencias de la Educación, Camilo García.
El 2019, justo en las Bodas de Oro de la UDEP, Carola recibió la Medalla por sus 25 años de trabajo en esta casa de estudios. Y, aunque no era muy amiga de los formalismos, recibió con mucha alegría ese reconocimiento, más que merecido, por cierto.
Todos, en la Universidad de Piura le estaremos siempre agradecidos por su generosidad, alegría y vocación de servicio demostradas en los 26 años en los que trabajó con nosotros, evidenciando una enorme capacidad de trabajo, esfuerzo y responsabilidad, envidiables.
¡Descansa en paz, querida Carola!