Para impulsar la inversión, además de capital y oportunidades de negocios rentables, se requiere confianza en el mercado y sus reglas de juego, las cuales define el Estado.
Por Fernando Fernández Bazán. 05 agosto, 2020.Los griegos decían: “Para un barco sin rumbo, cualquier viento es favorable”. En las condiciones actuales, es fácil querer unirse a la “ola” de la recuperación, pero esto no asegura sostenibilidad. No es momento de salir precipitados a la carrera, ni para volver al “piloto automático”. Los empresarios, las familias y el Gobierno deben actuar con audacia y prudencia, definiendo estrategias claras que guíen sus próximos pasos.
Desde hace unas semanas, se viene hablando de la reactivación económica en la región Piura. Sin embargo, hay que tener algunos puntos claros. Primero, es necesario reconocer que cada sector tendrá una dinámica particular. A pesar de que todos enfrentamos la misma crisis, el ritmo de la recuperación será distinto. En cualquier caso, más allá del ritmo, conviene buscar la sostenibilidad de la recuperación. La urgencia económica es real, pero debemos sopesar minuciosamente los costos futuros de iniciar una reactivación improvisada, que ignora escenarios desfavorables en los próximos meses. No es momento para imprudencias.
Por otro lado, el consumo de los hogares está determinado por sus ingresos laborales y capacidad de endeudamiento. Ambas variables han sufrido caídas severas durante cuatro meses consecutivos y sería incorrecto pensar que el levantamiento de las restricciones de movilidad garantiza, automáticamente, su recuperación. La presencia de niños pequeños en casa o de adultos mayores implica que miles de personas estén dispuestas a trabajar, deberán tomar en cuenta los cuidados adicionales que se requieren. Además, los hogares que irán recuperando sus fuentes de ingresos, no volverán a sus niveles de consumo pre-crisis, hasta que resuelvan el desajuste en sus finanzas familiares.
Para impulsar la inversión, además de capital y oportunidades de negocios rentables, se requiere confianza en el mercado y sus reglas de juego, las cuales define el Estado. La inestabilidad política de las últimas semanas y la incertidumbre que traen las elecciones del 2021 no facilitan que los agentes económicos inviertan ahora.
También, resulta interesante evaluar los niveles de avance en la ejecución del presupuesto del gobierno regional. Los datos del MEF indican que del monto asignado (más de 30 millones de soles) para luchar contra la crisis del COVID-19 en la región, a la fecha se ha ejecutado el 45%. Esta cifra se encuentra por encima del promedio nacional, pero para contribuir a la recuperación, se requiere esfuerzos adicionales para ejecutar con eficiencia, transparencia y sostenibilidad.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.