Todos sabemos que es un gobierno transitorio, que durará muy pocos meses; pero, puede ser el inicio de algo que tanto esperamos: una nueva forma de hacer política en nuestro país, hacerla como debe ser.
Por Juana Huaco. 30 noviembre, 2020.Vivimos momentos únicos en nuestra historia que nos están dejando grandes lecciones. Luego de una semana de incertidumbre, de zozobra, en la que sufrimos la trágica muerte de dos jóvenes, hecho que ha causado un hondo pesar en todos los peruanos; y, después de una semana también de “juego” político mostrado por nuestros congresistas, estamos llegando un punto de “quiebre” con la elección parlamentaria del nuevo presidente de la Republica, Francisco Sagasti.
Creeríamos que esta elección pone punto final a una etapa de entrampamiento político que ha tenido un gran costo para nuestro país, que nunca debió suceder. Ambos discursos de Sagasti, como presidente del Congreso y de la República, nos muestran un presidente que quiere cambiar la forma de hacer política en nuestro país.
Ha dicho, que los congresistas, aunque con honrosas excepciones, “no han estado a la altura” de las circunstancias para escuchar y responder a las demandas de la población, lo que le llevó a pedir perdón en nombre de todos los políticos que han trabajado alejados de una realidad, buscando intereses personales, negociando hasta el último momento, su “futuro” político. Esto debe cambiar para salir de las crisis, tanto sanitaria como económica. Lo dijo con un “sentido de urgencia para superar la situación, dejando de lado, rencores y resentimientos”.
Habló de mirar el futuro, con optimismo, con esperanza, fijando un rumbo claro para todos los peruanos, incluidas todas las fuerzas políticas, más aun, “trabajar con humildad y generosidad”, con un “gobierno no partidarista”. Estamos ya camino al Bicentenario y debemos seguir en la senda de la democracia para un Perú mejor.
Todos sabemos que es un gobierno transitorio, que durará muy pocos meses; pero, puede ser el inicio de algo que tanto esperamos: una nueva forma de hacer política en nuestro país, hacerla como debe ser con ética, responsabilidad y vocación de servicio. En manos del presidente Sagasti podría estar esta nueva oportunidad por el bien de nuestro Perú. Ojalá sea así.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.