La pandemia no solo ha traído muchas cosas negativas, muertes, más corrupción; sino, también algunos beneficios y cambios que han permitido descubrir habilidades propias que desconocíamos, para adaptarnos a este nuevo estilo de vida.
Por Jaime Ancajima. 17 mayo, 2021.Nadie pensaba, antes de la pandemia, que nos pasaríamos más de un año trabajando, enseñando y aprendiendo de modo virtual, en nuestras casas a través de computadoras, tabletas o celulares. La pandemia no solo ha traído muchas cosas negativas, muertes, más corrupción; sino, también algunos beneficios y cambios que han permitido descubrir habilidades propias que desconocíamos, para adaptarnos a este nuevo estilo de vida.
Para los profesores, ha sido un trabajo arduo aprender y adaptarnos a motivar, enseñar, interactuar, evaluar y, sobre todo, mantener la atención e interés de los alumnos en una clase en línea. No es lo mismo que la presencialidad, donde podemos observar su avance, su comprensión, su motivación y más. En las pantallas de los dispositivos electrónicos, muchas veces, los alumnos prefieren apagar sus cámaras o tienen problemas de conexión y otras dificultades que no permiten el normal desarrollo de una sesión de aprendizaje tal como estábamos acostumbrados en el salón de clases.
Algunos de los problemas, para muchos escolares y estudiantes de educación superior, mayormente de instituciones estatales y alejadas de la ciudad, son: conexión inestable, falta de megas y de tecnología necesaria y apropiada; no contar con uno o más dispositivos adecuados en casa, no poder realizar trabajos de laboratorio o prácticos, pues en general, no todos los contenidos o habilidades se pueden enseñar en línea.
El trabajo en línea les permite ahorrar tiempo, ordenar mejor sus actividades diarias, estudiar desde donde se encuentren, tener material de estudio más económico y actualizado, oportunidades de interacción con alumnos de diversos lugares, etc.
La educación en línea, con toda seguridad, nos dejará grandes recursos y herramientas que podremos llevar a nuestra aula, una vez acabada esta situación. Complementar estos recursos, con la presencia en un aula, será mucho más fácil que el proceso inverso que vivimos hoy en día. El aprendizaje en línea puede convertirse en una gran adición al proceso de aprendizaje tradicional, para permitir una mayor diversidad entre alumnos y culturas; pero, la mayor ventaja que debemos obtener de todo esto, debe ser la capacidad de desarrollar ambos tipos de tecnologías educativas por igual y aprender a combinarlas de la manera más efectiva para obtener los mejores resultados.
La enseñanza ‘online’ ya no es solo una opción es una necesidad. Debemos aprender y desaprender continuamente. Enseñar en la era de internet significa que debemos enseñar, desde hoy, las habilidades de mañana.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.