“Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien”, decía el filósofo Pitágoras. Planifiquemos nuestras actividades para que funcionen y sigan el camino trazado para lograr nuestros objetivos.
Por Jaime Ancajima. 02 julio, 2021. Publicado en El TiempoEl estilo de vida de hoy es completamente diferente al de hace más de 50 años, cuando no existía la internet, las laptops, los celulares, ni los Smart tv, entre otras cosas de esta era tecnológica. Teníamos tiempo para jugar en el parque, ir a las bibliotecas, conversar (cara a cara) y nos enterábamos de todo, no en el momento en que estaba sucediendo, sino horas o días después por televisión, al leer el periódico o al recibir una carta o un telegrama.
Hoy, recibimos la información en el mismo instante en que está sucediendo. Todo, la música, las películas, las modas, es inmediato y rápido y está al alcance de un clic. Sin embargo, los alumnos dicen que no tienen tiempo suficiente para estudiar, hacer tareas y cosas elementales, a pesar de contar con todos los medios para hacerlo; esto es por la falta de orden y de saber priorizar.
Hay una historia, en la que un profesor, en el salón de clase y frente a los alumnos, primero llena un frasco plástico con bolas de golf, luego pone piedritas en el frasco, luego arena y finalmente cerveza, las cuales se escurren entre las bolas de golf. Esto fue posible por el orden en que todo se acomodó en el frasco, que representa la vida; las pelotas, las cosas más importantes como los estudios y la familia; las piedritas son las menos importantes como los pasatiempos y, finalmente, la cerveza que es el tiempo que dedicamos a los amigos.
Nuestros hijos viven en la época de la inmediatez. Si priorizan la diversión, el pasar demasiado tiempo en las redes sociales, en los juegos interactivos, y en nada productivo, lógicamente no tendrán tiempo para sus estudios y cosas realmente importantes. Los medios de comunicación y la internet siembran en ellos demasiados focos de interés; y la pereza y el desinterés tienen formas increíbles de infiltrarse en sus mentes y distraer su atención.
Enseñemos a nuestros hijos a no malgastar toda su energía y tiempo en las cosas pequeñas, pasajeras y sin importancia, de lo contario, no tendrán tiempo para las cosas que son fundamentales para el éxito y la felicidad personal, profesional y laboral. Desarrollemos su capacidad de pensar críticamente, de analizar e investigar y la virtud del orden.
“Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien”, decía el filósofo Pitágoras. Planifiquemos nuestras actividades para que funcionen y sigan el camino trazado para lograr nuestros objetivos. El orden que reflejamos hacia afuera es resultado del orden y la armonía que hay en nuestro pensar y sentir interior.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.