La amenaza sísmica de nuestra región es de las más altas en el país. Sin embargo, en algunas zonas la amenaza se amplifica por el tipo de suelo superficial.
Por juancarlosatoche. 05 julio, 2021. Publicado en El TiempoEn nuestras viviendas, el riesgo sísmico depende de dos factores: la amenaza y la vulnerabilidad. Si los conocemos y los gestionamos, lograremos viviendas sismorresistentes. La amenaza sísmica de nuestra región es de las más altas en el país. Sin embargo, en algunas zonas la amenaza se amplifica por el tipo de suelo superficial. Lamentablemente, algunos son muy malos para la construcción: los licuables. Si construimos sobre ellos, la vivienda estará mucho más amenazada. Por otro lado, aumenta la amenaza si la vivienda está en zonas donde podría haber deslizamientos o desprendimientos de rocas.
La calidad técnica de los diseños y de la construcción definen la vulnerabilidad hard. Es clave contar con la opinión técnica de un especialista quien recomendará reforzar ciertos elementos estructurales (columnas, muros, cimentaciones, etc.) o sujetar mejor los elementos no estructurales (mamparas, estantes altos y pesados que podrían voltearse, etc.) para evitar daños serios. Por otro lado, está la vulnerabilidad soft, relacionada con nuestro comportamiento: qué tanto estamos entrenados para reaccionar durante e inmediatamente después del terremoto.
Si la vivienda es sismorresistente y es segura, de todas maneras, hay que tomar algunas medidas preventivas que favorecerán nuestra reacción: agacharse y proteger la cabeza para evitar la caída de objetos sueltos, mantener la calma y quedarse en el lugar donde nos encontremos, y esperar hasta que termine el movimiento para verificar que todos en la casa se encuentran bien. En Japón y Estados Unidos se promueve una campaña muy simple para familias con viviendas seguras: drop – cover – hold on que significa: agáchate, cúbrete y sujétate bien.
Es importante recordar que, en caso de terremotos muy fuertes, será imposible caminar o correr. Es contraproducente salir corriendo y generar una situación confusa porque en ese proceso ocurrirán accidentes y hasta se puede perder la vida.
Si se ignora la vulnerabilidad y la amenaza, o se sabe que la vivienda es insegura, lamentablemente solo tenemos 2 escenarios riesgosos: intentar salir en pleno movimiento sísmico con el riesgo de salir heridos o morir durante el proceso; o protegernos como sea posible en el lugar donde nos encontremos y esperar que la vivienda no colapse sobre nosotros. Esta es la gran diferencia entre ignorar y conocer el riesgo. Cuando lo conocemos, podemos reducirlo.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.