La adolescencia es una etapa de transición en la que los jóvenes dejan de ser niños y empiezan a encontrarse con cambios en su personalidad, aspecto, sentimientos, motivaciones, etc.
Por Dirección de Comunicación. 02 agosto, 2021. Publicado en El TiempoArtículo escrito por la Lic. Rosa Cornejo, psicóloga del Policlínico Universitario.
Esta etapa también es una transición para los padres que, ante estos cambios, se hallan en terreno desconocido.
A continuación, menciono algunas ideas que pueden ayudar a los padres de adolescentes a ser los guías y educadores comprensivos que sus hijos necesitan en esta etapa.
- Los cuestionamientos y dudas de los adolescentes provienen de la búsqueda de identidad, de la necesidad de descubrir quiénes son. La labor de los padres debe ser de acompañamiento y empatía.
- Los padres no deben dejar de ser padres. Es común confundir la necesidad de fomentar empatía, cercanía y calidez con el convertirse en los mejores amigos de los hijos. Es muy importante recordar que antes que amigos o confidentes, somos sus padres, y que de nosotros se espera amor y comprensión, pero también firmeza. Debemos ser sus principales fuentes de confianza, certeza, seguridad y estabilidad.
- Busquemos la conexión con nuestros hijos teniendo presente que a cada uno es un mundo en sí mismo, único e irrepetible. Es necesario aproximarnos de manera particular a cada uno en su situación y experiencia personales.
- Solo podemos educar en valores y virtudes si conectamos con nuestros hijos. No nos adelantemos a juzgar, escuchemos. De lo contrario, la tendencia de los adolescentes a ser contestatarios y rebeldes se “activará” y perderemos la oportunidad de diálogo y de entendimiento.
- Todos los comportamientos de nuestros hijos adolescentes tienen causas, no aparecen porque sí. Es necesario estar atentos a lo que nosotros como padres podemos estar propiciando sin darnos cuenta.
- ¿Qué expectativas estamos poniendo sobre nuestros hijos? ¿Estas expectativas se ajustan a su realidad: su personalidad, sus capacidades, sus anhelos, sus sensibilidades, etc.?
- Busquemos afirmar a nuestros hijos con nuestras palabras, resaltemos sus capacidades, hagámoslos participar de la dinámica del hogar. Cuando veamos conductas o actitudes que no están bien o que podrían mejorarse, también hagámoslo saber, pero evitemos caer en juicios rígidos. Fomentemos en ellos el autoconocimiento de las capacidades y habilidades, pero también de sus defectos y aspectos por trabajar y mejorar. Saberse capaces y reconocidos por sus padres contribuirá de manera muy positiva sobre su autoestima.
- Que nuestro trabajo no nos aísle, que la tecnología no nos aleje de nuestra familia. Seamos los principales gestores de que el hogar sea un lugar de apertura, calidez y confianza.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.