16

Ago

2021

Estudiantes de Psicología ayudan a niñas de Chilca a desarrollar su afectividad

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Del 2 al 7 de agosto, doce niñas recibieron talleres virtuales de formación afectiva, con el propósito de que aprendan a reconocer y manejar sus emociones.

Por Betsy Salazar Guerrero. 16 agosto, 2021.

Como parte del enfoque transversal comunitario que tiene el programa académico de Psicología de la Universidad de Piura, 14 estudiantes de los primeros ciclos realizaron un voluntariado profesional sobre afectividad, dirigido a niñas de 9 a 12 años, del distrito de Chilca, provincia de Cañete (Lima).

Para ello, las universitarias recibieron capacitación previa y orientación en temas básicos de afectividad, impartida por dos egresadas de Psicología, Franca Russo y María Alejandra Reyes; y de Vanessa Cobeñas, alumna de último año de la carrera.

El equipo de voluntariado estuvo a cargo de Magally Cáceres, profesora del programa de Psicología, y contó con el impulso de Marisol Farfán, directora de estudios de este programa. Con este tipo de acciones, se busca que los estudiantes pongan en práctica sus conocimientos y adquieran experiencia en el dominio de recursos profesionales como futuras psicólogas.

Por otra parte, señala la profesora Cáceres, aprender a manejar las emociones es un factor esencial que se debe tener en cuenta para un adecuado desarrollo de la afectividad. En este caso, a través del juego interactivo con los niños, propuesto por las voluntarias, “ellos aprenden a comunicar lo que sienten y piensan. De esta manera, pueden mejorar sus relaciones con los demás, su confianza y autoestima”.

Las niñas fueron beneficiadas con este voluntariado, gracias al Centro Cultural Cerros que, actualmente, imparte catequesis en esta zona de Cañete y vio la necesidad de brindar una formación psicológica a las menores.

Los talleres
Los talleres virtuales se llevaron a cabo del 2 al 7 de agosto, de 10:00 a 11:30 a. m. y de 4:00 a 5:30 p. m. Durante todo el proceso, las voluntarias recibieron asesorías y consejos para mejorar las sesiones de los talleres.

En los talleres, pusieron en práctica diferentes dinámicas, diseñadas por ellas mismas, como: “Dibujando mi yo del futuro”, “Hospital de peluches”, “El muñeco de las emociones”, “Proyección de fragmentos de películas con potente mensaje de afectividad”, entre otras; con la finalidad de que las niñas descubran sus emociones y sepan manejarlas mejor.

Al respecto, Marisol Farfán resaltó el trabajo de voluntariado de las estudiantes no solo por el tiempo dedicado a ello sino también por la ardua labor de organización, preparación de materiales y asesoría, que esto implicó.

En la misma línea, la profesora Cáceres reconoció la gran creatividad de las alumnas, pues, aunque aún cursan los primeros ciclos de su carrera, tuvieron la capacidad para preparar dinámicas y actividades que lograron resultados positivos en las menores.

Durante este voluntariado, las alumnas desarrollaron habilidades como la paciencia y empatía, adaptaron sus habilidades comunicativas, crearon un espacio de confianza con las niñas para que se sientan libres de compartir sus ideas y sentimientos, formaron nuevos vínculos de afectividad, y generaron una mayor creatividad en las beneficiadas.

Cielo Santa Cruz, una de las voluntarias, dijo que lo que más le sorprendió de este taller fue la confianza que las niñas depositaron en ellas, ya que fueron capaces de contarles sus experiencias personales, lo cual es difícil de compartir con los demás.

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