Pedro Juan Viladrich, doctor Honoris Causa por la Universidad de Piura, explicó las consecuencias del machismo y cómo a través del amor se puede construir mejor la relación entre el varón y la mujer.
Por Betsy Salazar Guerrero. 12 noviembre, 2021.El Instituto de Ciencias para la Familia de la Universidad de Piura organizó la conferencia “Errores y perversiones del machismo: las reducciones de una cultura hipersexualizada”, a cargo del Pedro Juan Viladrich, profesor sénior de la Maestría de Matrimonio y Familia de la UDEP. Durante su presentación, destacó que el machismo es un error antropológico que traduce la diferencia entre un varón y una mujer en términos de jerarquía y poder, de superioridad e inferioridad.
La diferencia entre lo masculino y lo femenino, en realidad, manifiesta el origen, la naturaleza y el destino basado en el amor y para el amor del ser humano, dijo Viladrich. La condición humana es amorosa y exige dos personas distintas; por ello, el primer error brutal del machismo consiste en pensar que los hombres y las mujeres son diferentes porque están jerarquizados; es decir, porque el varón es el modo humano superior y la mujer posee una condición humana menor, cuya misión es estar al servicio, sometida la jerarquía del varón.
El jurista, investigador y humanista indicó, asimismo, que el varón y la mujer son, ante todo, seres amadores; y la diferencia es una distinción necesaria para el diálogo amoroso que les permite compartir la misma humanidad. “El amor conlleva la diferencia entre los sujetos que se aman porque si no el amor sería una relación con uno mismo, con lo idéntico; y, el amor es diferencia y apertura al otro”.
La relación jerarquizada ocurre en la escena del poder; es decir, quien domina al otro y tiene una supremacía de poder, lo cual aniquila el amor y no pueden “amarse, donarse ni acoger en su intimidad al otro”, indicó Viladrich.
En el universo del amor se atiende con dedicación y cariño a las personas amadas que están en una situación de vulnerabilidad, debilidad o necesidad; sin embargo, cuando las relaciones se basan en el orden de la especie, todo se rige por las leyes de la utilidad; por lo tanto, aquellos que no tienen nada que ofrecer son los que están sometidos, afirmó.
Consecuencias del machismo
Algunas de las consecuencias del machismo son que, en el campo de la comprensión de la sexualidad, ésta queda reducida al paradigma masculino, dejando de lado el modo de entender la sexualidad de la mujer. Esto se evidencia en la cultura, el ambiente, en el modo en cómo se educa a nuestros jóvenes, en la violencia física brutal, en una violación, y el continuo bombardeo hacia la mujer quien debe modificar su sensibilidad en el campo sexual para satisfacer a la masculina, expresó el catedrático.
Viladrich agrega que, dado que no hay una educación de las dinámicas masculinas a la luz de la sensibilidad femenina, el varón no madura, no comprende a la mujer, la deja sola e incomprendida y despreciada en lo más hondo de la intimidad femenina. El varón, al no entender a la mujer, se encierra en sí mismo y en la tribu machista.
“Él tampoco se puede entender porque no ha logrado comprender a la mujer; y, por tanto, no madura, no se convierte en un verdadero hombre, sino en una caricatura machista”, resalta.
La otra consecuencia es que el machismo y el feminismo acaban siendo lo mismo. El movimiento femenino ha conseguido poner a la mujer en un lugar activo, recuperando una parte de la igualdad que le pertenece, porque no es inferior y tiene la misma dignidad que el varón; sin embargo, refirió Viladrich, sectores ideologizados que solo buscan el poder y no la verdad aprovechan las reivindicaciones humanas legítimas y justas, no para profundizar la verdad y la justicia, sino para convertir este reclamo en un instrumento político de acceso al poder.
“Eso es el feminismo de género radicalizado al que no le interesa la verdad de la mujer, y ha colocado a un sector del movimiento femenino en una vía muerta”. El machismo y el feminismo equivocado coinciden porque ninguno construye la verdad de lo que es amarse.
Hay decenas de consecuencias que afectan la vida diaria y si se mejora la comprensión de la complementariedad entre el varón y mujer también mejoraría las relaciones laborales y sociales, pero, sobre todo, los vínculos íntimos.
Un mundo humanizado solo puede ser un mundo de complementariedad entre varón y mujer, en el que el primer nivel de complementariedad, sobre el que se edifican los demás, tiene que ser amoroso, señaló. El amor es la igualdad desde la diferencia y la diferencia en igualdad humana es el futuro de la humanidad en un siglo donde todo será muy complejo, con grandes cambios y dificultades.
“La palabra creadora, la palabra capaz de modificar revolucionariamente hacia la verdad de la relación hombre y mujer, la van a tener las mujeres, pero espero que la hablen con la verdad y no desde la escena del poder”, finalizó Viladrich.
El conversatorio fue organizado por el ICF, en el marco de la presentación del libro “Los amores y vínculos íntimos. Tomo II”, que está disponible en versión digital en las principales plataformas de este tipo; y, próximamente, en formato impreso.