Los apellidos que los peruanos tenemos hoy día pueden ayudarnos a responder misterios del pasado.
Por Miguel Angel Carpio. 12 enero, 2022.Artículo publicado en la revista VOX Lacea.
Autores: Miguel Angel Carpio y María Eugenia Guerrero
Una imagen recurrente cuando pensamos en la dominación de la Corona Española sobre las colonias americanas es la de galeones llenos de oro y plata cruzando el océano Atlántico rumbo al puerto de Sevilla. La explotación de estos minerales fue posible gracias a los sistemas de trabajo forzado impuestos a los indígenas. La mita colonial –adaptación desnaturalizada de la mita prehispánica– es un ejemplo prominente. Durante casi todo el virreinato, un grupo de provincias de la sierra estuvo obligado a enviar anualmente un séptimo de su población masculina a trabajar principalmente en las minas de Huancavelica y Potosí. Las distancias de los pueblos a las minas eran enormes, y el trabajo se realizaba en condiciones muy duras. Muchos indígenas murieron, y otros decidieron abandonar sus tierras para ocultarse.
Los debates del efecto de la mita sobre la población han sido encendidos desde la colonia. Los virreyes tenían reportes del despoblamiento en las provincias sujetas a la mita, y ordenaron conteos que arrojaron cifras de decrecimiento poblacional desde 45% (Sánchez-Albornoz, 1983) hasta 80% (Crespo Rodas, 1955–56). No obstante, estas estimaciones no fueron consideradas confiables pues los encargados de las numeraciones fueron los corregidores de cada localidad y éstos cometieron fraude para ocultar la disponibilidad de mano de obra. Aunque los cronistas e historiadores han aportado evidencia cualitativa convincente del colapso poblacional, la evidencia cuantitativa –basada en estos conteos coloniales– ha sido siempre controvertida.
Una idea para demostrar que la mita generó un colapso poblacional es comparar el número de personas que actualmente viven en las localidades que estuvieron sujetas a mita colonial y en los demás. Sin embargo, no se trata de una ruta segura pues han transcurrido 200 años de vida republicana, y la población de las localidades sujetas a la mita ha podido aumentar. ¿Qué hacer entonces?
Una investigación recientemente publicada en The Journal of Economic History, titulada “Did the Colonial mita Cause a Population Collapse? What Current Surnames Reveal in Peru”, aborda directamente esta pregunta. Nuestra propuesta es utilizar los apellidos de la población actual de Perú. Un dato relevante es que los indígenas peruanos usaban solamente nombres. Los apellidos fueron introducidos por los españoles como parte de los bautismos masivos durante la conquista. Esto nos permite suponer que el número de apellidos en las provincias sujetas a la mita y en las demás era más o menos el mismo. A partir de ahí, la idea central se puede simplificar del siguiente modo: si hubo un colapso poblacional, entonces familias enteras debieron desaparecer y con ellas muchos de los apellidos recién estrenados. Conviene notar que, aún si la población de las provincias sujetas a la mita aumentó después de la remoción de la mita, el número de apellidos no se habría recuperado (solamente habría aumentado el número de personas por apellido). Es que, cuando un apellido desaparece, lo hace para siempre.
Con esta idea en mente, recurrimos al padrón electoral del año 2011 de los departamentos de Arequipa, Apurímac, Ayacucho, Cusco y Puno, y construimos los siguientes indicadores a nivel distrital (la unidad política más pequeña en Perú): número de apellidos por distrito, número de apellidos presentes solamente en un distrito, y número de apellidos presentes solamente en un área (mita o no-mita). Usando un diseño de regresión discontinua similar al de Melissa Dell (Dell 2010, Econometrica), encontramos que, en la frontera, los distritos mita tienen actualmente 47 puntos logarítmicos menos apellidos que los distritos no mita, 65 puntos logarítmicos menos apellidos exclusivos de un distrito y 93 puntos logarítmicos menos apellidos exclusivos de un área. Estas diferencias en los apellidos revelan que mita generó una brecha sustancial en el tamaño de la población. Un cálculo sencillo nos permite afirmar que el despoblamiento causado por la mita fue superior a los 47 puntos logarítmicos.
Nuestros hallazgos pueden estar conectados con la historia del desarrollo económico peruano. El colapso poblacional causado por la mita puede haber jugado un papel crucial en las consecuencias a largo plazo de esta institución colonial, documentadas por Dell (2010). En primer lugar, el despoblamiento ocurrió en una economía intensiva en mano de obra, lo cual debió afectar las unidades productivas locales. En segundo lugar, la evidencia histórica sugiere fuertemente que la migración causada por la mita fue selectiva (Cook, 2004). Si las características que determinan el capital humano son heredables, las diferencias iniciales generadas por mita podrían haber persistido durante años. En tercer lugar, el despoblamiento puede haber afectado la diversidad genérica de las localidades sujetas a la mita, lo cual está relacionado con algunas características que conducen al crecimiento económico (Ashraf y Galor, 2013; Arbatli et al., 2020).