Según la OMS, hasta la primera semana de junio 2022, se han notificado 1600 casos confirmados y 1500 sospechosos, en 39 países; siete donde suele propagarse y 32 nuevos; y, 72 muertes en los países previamente afectados.
Por Manuel Diaz de los Santos. 27 junio, 2022. Publicado en El Tiempo, el 25 de junio de 2022.
La viruela símica (Monkeypox virus – MPX), es una enfermedad rara, endémica en África Central y Occidental. Este virus se ha constituido como el ortopoxvirus emergente más importante, desde la erradicación del virus de la viruela humana, en 1980.
La transmisión es principalmente zoonótica -desde reservorios naturales como roedores, ardillas y monos-, a través del contacto con los fluidos corporales contaminados, por la mordedura de animales, con material infeccioso de las lesiones de la piel de alguien infectado, y mediante gotitas respiratorias emitidas al hablar o toser.
Se puede contagiar hasta la fase de la caída de costras (entre la segunda y cuarta semana de contraída). La ropa y utensilios de uso personal, como la ropa de cama, toallas u objetos usados para comer, contaminados con el virus, también pueden infectar a otras personas. Todavía no queda claro si los contagiados que no tienen síntomas transmiten la enfermedad.
Según la OMS, hasta la primera semana de junio 2022, se han notificado 1600 casos confirmados y 1500 sospechosos, en 39 países; siete donde suele propagarse y 32 nuevos; y, 72 muertes en los países previamente afectados.
Los síntomas por orden de frecuencia son rash o exantema localizado o generalizado (97%), fiebre (85%), linfadenopatía (71%), cefalea (65%) y mialgias (56%). La fiebre precede al rash en dos días, y puede permanecer entre dos y cuatro semanas.
El diagnóstico de infección por viruela símica se realiza, principalmente, por estudio de reacción en cadena de la polimerasa en muestras biológicas de sangre, contenido de vesículas o pústulas, y costras, que debe realizarse en laboratorios de referencia.
La mayoría de los pacientes tiene una enfermedad leve y se recupera sin intervención médica; otros, requerirán tratamiento de soporte con sintomáticos u hospitalización para hidratación, observación y aislamiento. Los casos severos pueden requerir el uso de antivirales y su tasa de mortalidad es menor al 10% del universo de infectados en las zonas endémicas.
Como medidas de bioseguridad, si estamos frente a un caso sospechoso, hay que evitar estar en contacto con la persona, lavarse las manos con agua y jabón, usar mascarilla y guantes. También, lavar la ropa, toallas y sábanas del paciente; así como los utensilios para comer, con agua tibia y detergente.
Es muy recomendable limpiar y desinfectar cualquier superficie contaminada y eliminar adecuadamente los desechos contaminados.
Hasta el momento, la OMS no recomienda la vacunación masiva contra la viruela o la viruela símica.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
