El sistema educativo de Estonia es la verdadera perla del Báltico. Un modelo revolucionario, que ha alzado al país al quinto lugar del ranking del informe PISA.
Por Enrique Sánchez. 16 agosto, 2022. Publicado en el diario Correo, el 16 de agosto del 2022.
Se ha llamado a Tallin, capital de Estonia, la perla del Báltico. Sus murallas medievales y renacentistas son magníficas. Como las de Ávila o Dubrovnik. Sus iglesias de torres afiladas, su plaza del mercado, su naturaleza y costa: todo en esta ciudad sugiere armonía y belleza.
Con todo, para mí la verdadera perla del Báltico es el sistema educativo de Estonia. Un modelo revolucionario, que ha alzado al país al quinto lugar del ranking del informe PISA. Que ha contribuido a transformarla en uno de los países más modernos y ricos de Europa. Y que ha convertido a Tallin en la capital del emprendimiento, la tecnología y las startups.
La sanidad, la educación y el transporte público son gratuitos. Y a cada estudiante se le proporciona su comida. La mayoría de escuelas son públicas, aunque gestionadas de modo descentralizado. Cada una tiene gran libertad para decidir su currículum, su método de enseñanza e, incluso, para decidir el salario de los profesores, incentivar su especialización, contratarlos o despedirlos.
El Estado realiza evaluaciones continuas del desempeño de los centros educativos (calidad de los docentes, resultados de alumnos, etc.). Y publica dichas evaluaciones. Así los padres y madres, o los alumnos, pueden decidir, en base a valoraciones transparentes, dónde estudiar. Y el Estado financia más o menos a los centros en función de su número de inscritos.
Estonia apuesta por la tecnología y el inglés desde la primera infancia; considera Internet un derecho básico; cree en la igualdad de oportunidades y la educación como ascensor social. Pero, al mismo tiempo, cree en la especialización, la gestión privada y la competencia como palancas de eficiencia y competitividad.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
