La doctora Feijoo, de la Universidad Internacional de La Rioja, señaló que los menores necesitan una mediación activa en la que los padres acompañen a sus hijos y verifiquen cómo usan el celular.
Por Betsy Salazar Guerrero. 26 septiembre, 2022. Publicado en El Tiempo (Suplemento Dominical), el 25 de setiembre de 2022.El teléfono móvil es un dispositivo que ha entrado en nuestras vidas a una velocidad muy vertiginosa y sin darnos cuenta. La doctora Beatriz Feijoo, de la Universidad Nacional de la Rioja, explica el impacto del uso de dispositivos móviles en los menores y cómo los adultos, especialmente los padres de familia, pueden acompañarlos en este proceso.
¿De qué forma el teléfono móvil ha entrado en nuestras vidas?
El móvil ha invadido esos espacios en los que antes nos dedicábamos a otras cosas. Por ejemplo, cuando sacamos el teléfono mientras esperamos el ascensor y hacemos uso del dispositivo no porque vamos en búsqueda de algo, sino porque ese contenido que está ahí va en busca de nosotros, es un contenido de consumo accidental.
Además, estamos acostumbrados a recibir muchos inputs por lo que necesitamos esa estimulación constante y continua lo cual implica que la publicidad, que es un tipo de comunicación que busca llamar la atención, le exige al usuario un mayor nivel de atención.
¿Cómo se puede controlar esto en los niños?
Uno de los temas que siempre se destaca para los menores es que se aplique la restricción en el uso de pantallas, pero venimos de una pandemia donde el móvil se ha empleado para muchísimas otras cuestiones como el teletrabajo y las clases en línea, que van más allá del juego, del entretenimiento y de la comunicación.
Por ello, considero que la restricción de tiempo y uso del móvil es obsoleta porque no es real al tipo de consumo que tenemos ahora. En España, se trabajan varios proyectos de investigación y uno de ellos es hablar con los menores, de entre 7 y 12 años, sobre su relación con las redes sociales y el uso del teléfono. Ellos afirman que si bien sus padres controlan el uso que le dan al móvil también consideran que sus padres hacen un uso excesivo de estos equipos.
Pero, el impacto que causa el uso del móvil en un niño es distinto…
Sí claro, es mucho más grave porque la madurez cognitiva del menor es reducida; además, la relación del marketing, la comunicación y el teléfono es más mesurada conforme a la edad. Sin embargo, los padres deben ser referentes de esos límites, sino la mediación restrictiva no tiene validez.
Entonces, ¿qué deben hacer los padres?
En este contexto donde el consumo del móvil es individualizado, es más interesante una mediación activa; es decir, se debe acompañar al menor y saber qué uso le está dando al móvil, esto es mucho más efectivo y realista.
La mediación restrictiva es más fácil porque solo estableces un tiempo de uso, pero la activa requiere de un mayor acompañamiento. Los padres deben ser un referente ya que ahora está presente el tema del celular, pero luego será el metaverso, eso no significa que los adultos deben estar inmersos en todo ya que lo que importa es que sus hijos estén formados críticamente para hacer frente a eso.
El problema es que los adultos no son conscientes de la dependencia que también tienen con el móvil; por ello, sugiero que se haga ese ejercicio de autoconocimiento y autocrítica para que puedan enseñar con el ejemplo.
¿Se puede regular a través de una ley?
Sí, las leyes siempre regulan al emisor de los contenidos; pero, también es necesario que el receptor sea responsable. La ley es necesaria pero no es suficiente en un ecosistema donde la tecnología va muy por delante de ella, ya que la ley regula en función de la realidad, pero esta avanza a pasos agigantados.
Lo que se debe hacer es educar y formar a la sociedad para que sea consciente de cómo usa el celular. Nosotros no debemos depender del móvil, sino que este debe depender de nuestro uso. En el 2021, las aplicaciones que más se descargaron fueron Teams y Zoom y eso pasó porque realmente las necesitamos. Es momento de que reflexionemos sobre el uso que se le da al móvil sobre todo para que los menores tengan un acompañamiento de calidad más que de cantidad. Deben ser capaces de cuestionar e interpretar lo que están viendo en la pantalla.
¿Cómo deben dirigirse los profesionales de la comunicación a este público que está en formación?
Con suma prudencia y honestidad, porque lo menores demandan unos formatos entretenidos que les aporten valor. Los anunciantes, las marcas y los profesionales que realizan este tipo de comunicación deben ser rigurosas, es más, si hay posibilidad de señalizarla mucho mejor para que los niños también la puedan reconocer en mayor medida.
Dra. Beatriz Feijoo
Es vicedecana de investigación de la Facultad de Empresa y Comunicación en la Universidad Internacional de La Rioja y especialista en uso de dispositivos móviles y menores.
Estuvo en la UDEP, donde dictó un módulo sobre la comunicación en los dispositivos móviles a los alumnos de la Facultad de Comunicación.