La conciencia ambiental está aumentando, pero falta que cada ciudadano participe en la generación del cambio, sostuvo el exministro Antonio Brack, en el Congreso Nacional de Estudiantes de Ingeniería.
Por Elena Belletich Ruiz. 04 diciembre, 2012.¿Cree que hay más conciencia ambiental?
Lo notamos por todas partes. No estamos aún como Suiza, donde los perros ya no ladran en un parque porque puede estorbar a otro y hasta ser causa de juicio; pero sí hay muchos jóvenes que harán que dentro de diez años el Perú sea totalmente distinto, yendo hacia lo positivo.
¿Cuál sigue siendo el mayor atentado contra el ambiente?
La contaminación del agua, causada fundamentalmente por las aguas servidas que las ciudades y pueblos tiran. El segundo problema es la disposición inadecuada de residuos sólidos… La ciudad está generando un nuevo tipo de ciudadano con un enfoque totalmente distinto y que no comprende la naturaleza porque no la ha vivido.
El Perú no tiene porque ser un país de pobres, de subempleados y desempleados, tiene todas las condiciones para ser un país rico y próspero… hay grandes posibilidades de hacer negocios con los recurso naturales que ofrece, sin necesidad de depredar.
¿A quién le compete frenar las acciones contaminantes del agua?
A los municipios, eso está en la ley orgánica de las municipalidades. Si se aplicara el código penal (artículo 13), de los 1838 alcaldes, al menos 1800 deberían ir a la cárcel porque están incumpliendo con la disposición de los residuos sólidos y las aguas servidas. No solo afectan el ambiente sino, sobre todo, la salud. Ahí hay un tema que va a mejorar porque los jóvenes están creciendo bajo otro criterio, ya que a ‘los algarrobos viejos ya nadie los endereza’.
Usted ha recorrido 50 países, la Antártida, todo el Perú, conoce a los pueblos, su idiosincrasia, ¿por qué cree que hay grandes conflictos en Cuzco y Cajamarca, por ejemplo?
En el Perú, los temas siempre se politizan y no se discuten técnicamente. Cuando un tema tan importante como el agua, el aire, el bosque, la minería o lo que sea se politiza, los técnicos no tienen cabida. Y de ahí salen las frases populistas ‘La mina contamina’. ‘No a la minería’. Para discutir el tema de Tía María en Arequipa, le dije a una señora que le ponía mucha fuerza a su posición: -Señora, ¿Usted es anti minera? – Por supuesto. –Entonces, le dije, deme su celular, su reloj, la hebilla de su correa, la de su zapato, su collarcito también. –… Si usted es antiminera convencida al 100% ¿por qué usa productos mineros? Espero que no haya puesto fierro de construcción en su casa, le dije. Se le cayó el mundo.
Hacemos tremenda bulla por una empresa minera y no vemos toda la contaminación que hay en el país y que los municipios no corrigen.
Ese es el tema, la politización impide discutir las cosas técnicamente y por ello muchas universidades no intervienen, cuando son justamente esos temas los que deben analizar.
Se habla de las grandes sumas que da el canon a los pueblos mineros, ¿por qué siguen tan pobres?
Eso no es culpa de la minería sino de la administración del Estado. Tenemos distritos riquísimos como Echarate, La Encañada, con muchísimo dinero y la gente sigue pobre porque cuando hay que invertir es mucho más fácil hacerlo en las ciudades, ¿Quién se va a ir a la sierra de Huancabamba, a las partes altas de Pacaicampa, de Ayabaca u otros sitios alejados a mejorar las escuelas o las casas de maestros, agua y servicios?
Su visión de futuro qué le dice, ¿cómo se podrían resolver estos conflictos?
Aprendiendo, como han hecho todos los países desarrollados desde Japón a Corea del Sur, hasta Dinamarca y Alemania, Francia e Islandia. Aprendiendo que los conflictos se solucionan cuando el Estado, la empresa y la comunidad se sientan juntos a discutir su futuro. Cuando logremos esa cultura (que está aún en su época de parto, una época muy difícil) recién nos pondremos de acuerdo para trabajar por nuestro desarrollo.
Segundo, cuando haya objetivos claros sobre lo que el Perú quiere lograr en el largo plazo: Ciencia, Tecnología y Educación.
Y, mientras llega esa cultura y cambio de mentalidad…
Esa cultura tenemos que construirla. Ahí tenemos que trabajar los profesionales, las universidades, los periodistas. Tenemos que generar consenso para buscar las cosas buenas. Mientras no demos ese paso mental no lograremos nada. En cuanto a los conflictos como el de Conga, Cajamarca tiene 200 mil habitantes, los que marchan son 2 mil. ¿Y el resto? Gandhi dijo: Más que la bulla de los que están en contra me preocupa el silencio de los que están a favor… Tenemos que cambiar, hay que dar cabida a quienes hoy están en silencio pero tienen algo que decir.
¿Cree que falta autoridad, a todo nivel, en el manejo de los conflictos?
El principio de autoridad no es el problema sino la impunidad. Hay leyes, por ejemplo, las ambientales y las de impuestos, pero el 70% de los peruanos es informal, ilegal. El problema es esa impunidad, porque la autoridad en el país no la impone el Gobierno sino la legalidad del Poder judicial y ese tema no está resuelto: hay que aplicar la ley.