La Semana Santa es un período sagrado para los católicos, que nos invita a reflexionar sobre la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. Desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, estos días nos conducen en un viaje espiritual a través de los eventos más significativos de la vida de Jesús.
Por Juan Armas. 29 marzo, 2024.
El Jueves Santo, recordamos la institución de la Eucaristía y del sacerdocio, que nos hacen presente el amor incondicional de Dios y la importancia del servicio y la comunión en el gesto del lavatorio de los pies. El Viernes Santo nos sumerge en la contemplación del sacrificio de Jesús en la cruz, un acto supremo de amor y redención. El Sábado Santo aguardamos la resurrección de Jesús y acompañamos a María en su dolor y esperanza. Finalmente, el Domingo de Resurrección celebramos la victoria de Jesús sobre la muerte, renovando nuestra fe en su poder redentor.
Participar en el Viacrucis y otras manifestaciones de piedad nos conecta con el sacrificio de Cristo y nos anima a cargar nuestras propias cruces con valentía y fe. La celebración de la Pascua nos llena de alegría y esperanza, recordándonos que la resurrección nos ofrece la promesa de vida eterna.
En esta Semana Santa, se nos llama a vivir los actos redentores de Cristo con fervor y devoción. Que esta celebración nos inspire a renovar nuestra fe, a vivir en la luz del amor de Dios y a compartir esa luz con el mundo que nos rodea.
