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Jun

2024

Catalina Lapel: una vida dedicada a la enseñanza y a la filosofía en la UDEP

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En el 2003, la Universidad de Piura (UDEP) incorporó a su cuerpo docente a una profesora cuya vocación y dedicación han dejado una huella profunda en la institución.

Por Ana Sofía de María Salazar Gallo. 18 junio, 2024.

Hasta su llegada a Campus Lima de la Universidad de Piura, Catalina Lapel Salcedo impartía clases en el Instituto Superior Tecnológico “Montemar”, un centro educativo que gozaba de gran prestigio y demanda en la especialidad de Hotelería, con el que la UDEP mantenía una relación cercana de colaboración. Su destacada labor en Montemar la llevó a ser docente de nuestra universidad.

Desde sus primeros días en esta casa de estudios, comenta Catalina, quedó impresionada por el respeto de sus alumnos, quienes solían ponerse de pie cuando un profesor ingresaba al aula, y permanecían así hasta que se les indicaba que podían sentarse. Aunque las formas han cambiado con el tiempo, el respeto sigue siendo un valor presente en sus estudiantes, acota la profesora.

Aunque posee amplia experiencia, Catalina admite que siempre siente una mezcla de nerviosismo e inseguridad al iniciar un nuevo curso académico, una característica que se comparte entre los buenos docentes.

Un ser humano de valor

La relación con sus colegas ha sido siempre muy cordial y colaborativa. Ha encontrado en ellos un valioso caudal de conocimientos y experiencias para compartir. Su interacción con los estudiantes ha sido igualmente gratificante para ella, quien confiesa que se siente muy cómoda y apreciada, tanto dentro como fuera del aula.

Giuliana Baanante Córdova, docente de la Facultad de Humanidades, menciona que tuvo la oportunidad de compartir labores con la profesora Catalina. Asegura que Catalina posee un gran valor como ser humano y realiza un trabajo admirable como profesora.

“Catalina es reconocida por su integridad en el trabajo, por ser una excelente compañera, siempre atenta a escuchar. También es muy colaboradora en todas las actividades de la Facultad de Humanidades, donde es muy estimada por todos. Su pasión por la enseñanza y su interés por la educación dejan una huella imborrable en sus alumnos y colegas”, asegura Baanante.

Dedicación al trabajo

El rector Antonio Abruña, en el acto de reconocimiento a la profesora Lapel menciona que, en estos más de 17 años en la Universidad de Piura, ha demostrado su inmenso cariño y dedicación a la institución. Señala, que su trabajo paciente y bien hecho, junto con su interés y cuidado por los alumnos, han dejado una huella imborrable.

Por su parte, la doctora Yolanda Espiña, directora del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades, expresa lo siguiente: “Catalina representa un faro de enseñanza en asignaturas como “Realidad y Conocimiento”, “Ética Ciudadana”, y, muy particularmente, “Persona y Sociedad”, al trasmitir un pensamiento vivido y encarnado. Además, ha organizado numerosas acciones de voluntariado con sus alumnos, inspirándolos a dar y compartir. Su formación ha enriquecido profundamente su labor docente, marcando una huella imborrable en la universidad”, subraya Espiña.

Ánimos a las nuevas generaciones

La profesora Catalina cree firmemente que lo que no se tiene en la memoria no se sabe, por lo que anima a sus alumnos a reservar sus memorias para los conocimientos filosóficos básicos que les ayudarán a discernir el bien del mal.

Con este objetivo, indica que ha procurado fomentar el pensamiento crítico entre sus estudiantes; aunque -comenta- al principio les cuesta, pero luego disfrutan profundizando en los temas de clase y se convierten en entusiastas de la reflexión filosófica.

De su tiempo en la universidad, Catalina se lleva la enseñanza de la disposición al servicio alegre y constante que observa diariamente en las personas que la rodean.

Ahora, Catalina se jubila e iniciará una nueva etapa en su vida. Nos dice que extrañará especialmente los saludos cordiales del personal de vigilancia, del personal administrativo, de los alumnos y de sus colegas; pero, sabe que la UDEP seguirá siendo su casa y que ella no dejará de ser parte de la familia de la universidad.

Puedes ver la galería del reconocimiento aquí.

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