El doctor Pablo Pérez dirigió un discurso durante la sesión solemne de la Municipalidad de Piura, por el 203° aniversario de la Independencia del Perú. Destacó la importancia de equilibrar los pilares de la educación.
Por Fernando Prieto Moscol. 26 julio, 2024.
Fuente: Municipalidad Provincial de Piura
El doctor Pablo Pérez Sánchez, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Piura, centró su intervención en la importancia de la educación para el desarrollo, subrayando el rol fundamental de los tres pilares fundamentales que sostienen el sistema educativo en el país: la familia, las instituciones educativas y el Estado.
Pérez comenzó su discurso agradeciendo al alcalde de la Municipalidad Provincial de Piura, Gabriel Madrid, por la oportunidad de hablar en un evento de tan significativa relevancia, que conmemora los 203 años de la Independencia del Perú.
En su ponencia, destacó: “La educación la realizan los hombres a través de esos tres grandes tipos de sociedades. La realizan de acuerdo con el concepto de hombre y de ciudadanos y de sociedad que poseen”.
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- Fuente: Municipalidad Provincial de Piura
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- Fuente: Municipalidad Provincial de Piura
En la familia, dijo, considerada como el núcleo fundamental es donde se forjan valores y virtudes esenciales. En este contexto, señaló: “en la familia se aprende a amar; y, en la relación entre el padre e hijos se aprende a dar y recibir, a valorar al otro y a confiar”.
El segundo pilar lo constituyen las instituciones académicas. El doctor Pérez enfatizó que la formación del profesorado es esencial para la calidad humana, para la calidad de los ciudadanos de un país. Destacó que la colaboración y el respeto entre padres, profesores y la sociedad son relevantes para garantizar una educación efectiva y de calidad. La labor del profesorado, que continúa el trabajo iniciado en la familia, es crucial para el desarrollo integral de los estudiantes, anotó.
Finalmente, al referirse al tercer pilar, que abarca las instituciones sociales y el Estado, Pérez subrayó: “El pensamiento sobre la consistencia y el sentido de la vida del hombre invade toda la estructura social e influye especialmente en la organización y los fines de la actividad académica.” El Estado tiene la responsabilidad de establecer políticas educativas que promuevan el desarrollo integral y proporcionar los recursos necesarios para una educación de calidad.
Pérez concluyó que la educación debe aspirar al mejoramiento del individuo, buscando un equilibrio entre el bienestar material y el desarrollo espiritual.
