01

Ago

2024

Rosy Ruiz: “La UDEP es parte de mi historia personal”

Luego de 33 años de trabajo en UDEP, Rosy Ruíz Rentería se despide. Sus compañeros destacan su trabajo responsable y cálido como secretaria de en diversas facultades y centros.

Por Lucy Vicente Chamba. 01 agosto, 2024.

El 17 de junio de 1991, Rosy Ruíz Rentería ingresó a trabajar a la Universidad de Piura como secretaria de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Desde ese momento, ha contribuido de manera significativa en cada tarea asignada, desempeñando un papel crucial en diversas facultades y centros de la Universidad de Piura.

Rosy siempre ha disfrutado su rol como secretaria, al que considera una tarea de gran responsabilidad y vocación de servicio. Recuerda, como si fuera ayer, aquel proceso de convocatoria, donde conoció a la doctora Ángela Carrasco y el ingeniero Pablo Domínguez y, tras un riguroso proceso de selección, logró integrase a la UDEP.

Ser parte de UDEP

Como una anécdota memorable, Rosy nos cuenta que al segundo día de trabajo en UDEP se le asignó apoyar en un congreso internacional. Su tarea era orientar a los participantes con información de la universidad. Ella logró brindar la información con éxito. Uno de ellos, sorprendido, le preguntó cuánto tiempo llevaba trabajando en UDEP, a lo que ella respondió con una sonrisa que solo dos días.

Y es que Rosita, como la llaman sus amigos, siempre anheló formar parte de la UDEP, afirmando que haber logrado trabajar aquí es una bendición de Dios. “La UDEP es parte fundamental de mi historia. Aquí he crecido tanto personal como profesionalmente”, afirma con gratitud.

Rosita ha desempañado roles como secretaria de decanato en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, la Facultad de Derecho y la Facultad de Humanidades. Además, ha ocupado el cargo de secretaria en el Centro de Enseñanza Pre Universitaria de UDEP (CEPU) y en la Sub Gerencia de Servicios Logísticos y de Apoyo.

Alegría y visión trascendente

Carlos Hakansson, profesor de la UDEP destaca la alegría de Rosita, a quien conoció cuando fue decano en la Facultad de Derecho. “Tuve la suerte de trabajar con ella apoyando mi ejercicio como decano de la Facultad de Derecho. El verbo apoyar se queda corto para reconocer su especial cuidado en los detalles pequeños con los alumnos, profesores y visitantes”, expresa.

Agrega que su fina y amable atención en el quehacer diario y su espíritu de trabajo son dignas de destacar, entre las personas que realizan sus labores con alegría y visión trascendente. Hakansson, además, resalta otro de sus talentos especiales: “Su linda voz, que compartía cantando en la celebración de los cumpleaños y en una ocasión en la verbena, gracias al cariño que tiene por los alumnos”, nos comparte.

En este periodo de trabajo en el Facultad de Derecho compartió labores con Toña Calopiña Avalo quien expresa que Rosy es una amiga servicial e incondicional. “Recuerdo con cariño que cuando nos conocimos, mi padre estaba ya muy enfermo, internado en el hospital y desde un principio sin conocerme, me ofreció su ayuda y consuelo.  Desde ahí, noté que siempre que ella veía que alguien estaba con bastante carga laboral, ofrecía su ayuda para aliviarnos. Cuando notaba a los demás agobiados por algún problema se preocupaba, nos escuchaba y nos brindaba buenos consejos”, afirma Toña.

Una gran amiga

El 2005 Rosy Ruiz trabajó en la Oficina de Prácticas junto a Olga Gutiérrez de quien aprendió la dinámica laboral y la exigencia de un trabajo bien hecho. Víctor Velezmoro, profesor de la Facultad de Humanidades, la conoció en esta etapa y recuerda su trato amable y cordial, con todos los profesores.

No fue hasta el 2014, cuando Víctor asumió el decanato de la Facultad de Humanidades, que se presentó la oportunidad de fortalecer lazos de amistad. Tanto él como Rosy asumirían funciones en decanato, él como decano y ella como secretaria.

El profesor Velezmoro agradece la contribución invaluable de Rosy. “Mi enorme deuda de gratitud para con Rosita, gracias a sus observaciones y consejos”, enfatiza Víctor. Estos años de trabajo cercano, dice Víctor, se han convertido en una amistad sincera y generosa.

“El cariño se demuestra desde el saludo franco, la preocupación por nuestros familiares, las anécdotas compartidas, las canciones cantadas en el coro de Humanidades y el estar siempre atento uno del otro. ¡Gracias Rosita por tu amistad compartida y por tus consejos que tanto atesoro!”, acota.

Nos deja una gran huella

Rosy deja una gran impresión en quienes han compartido sus compañerismo y amistad, como lo resalta Julissa Gutiérrez, decana de la Facultad de Humanidades. “Uno de los aspectos que me ha sorprendido de Rosy es su buen humor y su capacidad para llevar las situaciones difíciles. Siempre serena, pero buscando soluciones”.

Por su parte, Rocío Chirito, compañera de trabajo, afirma que Rosy Ruiz se ha ganado el cariño y respeto de todos los compañeros. “Siempre está dispuesta a ayudar a quien más lo necesita. Ella siempre encuentra la manera de ayudar en lo que puede”, subraya Rocío.

Ahora que ha llegado el momento de la jubilación, Rosy Ruiz afirma que extrañará el día a día de la universidad, el cariño de los amigos y las conversaciones fraternales. Siempre estará agradecida de todos los detalles de sus compañeros y guardará en su corazón los diferentes momentos, aprendizajes, y anécdotas.

Nos comparte que en esta nueva etapa desea cuidar de su familia y esposo; además de un hermoso jardín que cultiva en su hogar. Afirma que disfrutará de estos buenos momentos y no descarta compartirlos con sus amigos de UDEP. ¡Gracias Rosy Ruiz por ser parte de la UDEP!

Comparte: