En el evento organizado por el Instituto de Ciencias para la Familia y el Centro Cultural UDEP, los más de 140 asistentes reflexionaron sobre la importancia de las familias en la sociedad actual.
Por Dirección de Comunicación. 20 septiembre, 2024.En el conversatorio participaron los doctores Víctor Herrada (moderador), de la Facultad de Derecho; Mariela García, directora del Instituto de Ciencias para la Familia; César Chinguel, profesor de la Facultad de Ingeniería; y el padre Miguel Arce, vicario judicial de la Arquidiócesis de Piura, los tres últimos, como ponentes.
En su intervención, la doctora García señaló que el matrimonio es una gran responsabilidad, que no es para todos, y que es posible solucionar los problemas que se atraviesan en este, superando las crisis que haya. “La falta de comunicación y afecto suelen ser causas comunes de conflictos matrimoniales”.
Asimismo, afirmó que el compromiso, la tolerancia, la compasión y la caridad “son fundamentales en el matrimonio para promover el crecimiento personal y la felicidad. Es necesario trabajar juntos para superar los desafíos y mejorar la relación. La clave es apostar por el cambio y la mejora personal en lugar de rendirse ante la desesperación”, enfatizó.
Por otra parte, hizo hincapié en que el amor matrimonial requiere de esfuerzo y compromiso. Este, agregó, puede ser una experiencia gratificante si los cónyuges están dispuestos a trabajar juntos para construir una relación sólida y feliz. “La institución del matrimonio es valiosa y puede ser un camino hacia la felicidad si se aborda con amor, comprensión y respeto mutuo”, acotó.
Relaciones familiares y amicales
En su participación, el doctor Chinguel invitó a los asistentes a reflexionar sobre las situaciones de los amigos que los rodean, la relación dentro de cada una de las familias, las observaciones de separaciones en estas y sobre cómo cuidar la familia. “El amor es ordenado y saca lo mejor de cada uno; se modeliza en función de las relaciones con las personas que nos rodean. Es importante amar bien para cultivar virtudes como el respeto”, dijo.
También se refirió a la necesidad de mirar hacia adentro para fortalecer las relaciones familiares. Indicó que, en este aspecto, la humildad es una virtud clave importante, sin embargo, es olvidada por la sociedad actual. “La esperanza y la libertad son pilares en las relaciones familiares. Amar sin condiciones y compartir la desnudez íntima son fundamentales para el crecimiento del amor. Estos valores son esenciales para fortalecer los lazos familiares y cultivar un amor verdadero y duradero”, señaló Chinguel.
Dios nos quiere felices
El Pbro. Miguel Arce, señaló en su exposición que Dios, como creador de todo, “nos quiere felices. Todo lo que sucede en la vida matrimonial está en sus manos. Tanto los sufrimientos como las pruebas son permitidas por Dios para llegar a la felicidad. Es importante tener fe y confiar en que actúa en nuestra vida, y que los desafíos en el matrimonio son oportunidades para crecer juntos y fortalecer la relación matrimonial”.
También acotó: “La felicidad en el matrimonio es un proceso constante que requiere del apoyo de otros y la gracia de Dios. La Iglesia busca acoger a todas las personas, incluidas aquellas en situaciones matrimoniales irregulares, para ayudarlas a encontrar la felicidad y el amor de Dios”.
Como reflexión final, el doctor Víctor Herrada señaló: “Para los que tenemos vocación para ello, de todas las empresas de nuestra vida, el matrimonio es la más importante y la que vale la pena cuidar más y hacer crecer”.
Con el afán de seguir fortaleciendo a las familias, a través de consejeros y orientadores profesionales, próximamente, el ICF lanzará la convocatoria para la 4ta edición de la Maestría en Matrimonio y Familia, modalidad a distancia.