El uso de la IA y la telemedicina promovería el surgimiento de alternativas eficientes y de bajo costo para realizar pruebas diagnósticas, tamizaje y optimizar procesos en la gestión sanitaria.
Por Vladimir Bustinza. 12 diciembre, 2024.La telemedicina no es nueva en Perú. Antes del COVID-19, el 2017, los hospitales del Minsa implementaron la teleconsulta, teleinterconsulta, telemonitoreo, telemamografía y teleorientación. El 2023, ya había 3 075 722 de las primeras y más de 280 000 teleinterconsultas. Se espera ampliar el alcance este año.
Combinar telemedicina e IA es un gran desafío para la salud pública. El uso óptimo de la primera y las capacidades de la segunda disminuirían la carga del personal clínico, al automatizar tareas, lo que permite disponer de más tiempo para atender a los pacientes; y, al usar aplicaciones avanzadas de IA, para el proceso de diagnóstico de enfermedades.
Ambas necesitan una rápida y amplia conexión inalámbrica a internet, en particular, en combinación con dispositivos móviles inteligentes. Con ello, se puede llegar a comunidades alejadas, reducir la demanda no atendida y aumentar la cobertura de servicios. Sin embargo, aunque las aplicaciones de la IA en el cuidado de la salud aumentan, aún su desarrollo es incipiente y no hay evidencias de su impacto.
En resumen, el uso de la IA y la telemedicina promovería el surgimiento de alternativas eficientes y de bajo costo para realizar pruebas diagnósticas, tamizaje y optimizar procesos en la gestión sanitaria. Sin embargo, aún falta mucho por hacer frente a las barreras generacionales, culturales y geográficas.
La telemedicina es algo más que consultas virtuales sin contacto personal. Si creamos una adecuada relación médico paciente y garantizamos el seguimiento, llegaremos a puerto seguro.