Por Eduardo Sánchez Ruiz
Por Julio Talledo. 22 septiembre, 2011.El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) es una organización internacional e independiente, comprometida a mejorar el estado del mundo mediante la participación de líderes políticos, académicos, sociales y de negocios que dan forma a las agendas globales, regionales e industriales. Hace unos días, el WEF emitió el reporte mundial de competitividad 2011-2012 en el que figura el Índice de Competitividad Global que ubica al Perú en el puesto 67, de 142 países. Esta es la primera vez nos situamos en la mitad superior de la tabla; antes estuvimos en el puesto 73, de entre 139 países. Sin duda alguna, se trata de una buena noticia que permitirá mantener el crecimiento sostenido para bienestar de todos los peruanos.
El WEF analiza doce pilares para hallar el indicador de competitividad, algunos de ellos son: la infraestructura, eficiencia en el mercado de bienes, sofisticación del mercado financiero, estabilidad macroeconómica, institucionalidad de las entidades públicas, educación, innovación, etc. En algunos de ellos, el Perú se encuentra muy bien ubicado. Por ejemplo, en el referente a la estabilidad macroeconómica, estamos en los primeros puestos – gracias al factor inflación. Por el contrario, en aspectos relacionados a la innovación, nos situamos en uno de los últimos lugares (hemos caído tres puestos esta vez). Sobre esto, Pedro Álvarez, presidente de la SNI ha manifestado que sin innovación no se puede lograr el desarrollo de las empresas; por ello se debe impulsar el desarrollo de Centros de Innovación y Parques Tecnológicos, de manera que se motive a las pequeñas empresas para que desarrollen estas áreas.
Un parque científico y tecnológico es una organización gestionada por profesionales especializados con el objetivo fundamental de incrementar la riqueza de su región y de promover la cultura de la innovación. Así mismo, también tiene como finalidad fomentar la competitividad de las empresas y las instituciones generadoras de conocimiento instaladas o asociadas al parque. Con este objetivo, un parque científico estimula y gestiona el flujo de conocimiento y tecnología entre universidades, instituciones de investigación, empresas y mercados; impulsa la creación y el crecimiento de empresas innovadoras mediante mecanismos de incubación y proporciona otros servicios de valor añadido y espacios e instalaciones de gran calidad (IASP).
Al respecto, es grato saber que nuestro país ha emprendido el camino correcto y se espera mejorar mucho en innovación. A inicios de año, Augusto Mellado – presidente del Concytec (Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica) – había manifestado la intención de crear parques tecnológicos en el Perú. El primero de ellos sería en Arequipa, cuya finalidad sería la de promover la generación de productos y servicios en tecnología de la información y Biomedicina para el mercado peruano; incluso se habían adquirido ya 10 hectáreas para este propósito (universia.edu.pe). Finalmente, me entusiasma mencionar que en Piura también existe un proyecto para la creación de un parque tecnológico, cuya especialización sería la automatización industrial. Es mi deseo, y el de muchos empresarios, que estos proyectos se concreten rápidamente y tomen prioridad en la agenda del nuevo Ministerio de Ciencia y Tecnología. De esta forma, pronto ubicaremos a nuestro país en el tercio superior de la lista de países competitivos, que periódicamente emite el WEF.
Docente
Facultad de Ingeniería
Universidad de Piura
Artículo publicado en el diario El Tiempo, lunes 22 de setiembre de 2011.
