La docente Rosa Zeta, de la Facultad de Comunicación, analiza el impacto que tendrá la venta del diario The Washington Post, tanto en Estados Unidos, como en el periodismo internacional.
Por Aldo Chávez. 12 agosto, 2013.La semana pasada, el mundo periodístico fue sorprendido con el anuncio de venta de The Washington Post a Jeffrey P. Bezos, propietario de Amazon, conocido portal de ventas en Internet. Bezos integra en su haber a uno de los diarios más prestigiosos de Estados Unidos, conocido por su cobertura de los papeles del Pentágono o el caso Watergate; y ha prometido mantener los valores del diario y la plantilla actual.
Según explica la Dr. Rosa Zeta, profesora de Historia del Periodismo de la Universidad de Piura, con esta venta, que se efectuará en aproximadamente dos meses, se pone fin a ochenta años de propiedad en manos de la familia Graham.
“Bezos recibe un diario con una gran trayectoria periodística, protagonista del periodismo norteamericano de calidad; históricamente considerado una fuente principal de la información política por encontrarse en la sede de la Casa Blanca y del Capitolio. Es, por tanto, una referencia imprescindible en los asuntos de política nacional. Esto le otorga una importancia nacional, aunque siempre se ha ubicado como un periódico metropolitano y local”, señala.
Historia de éxito
The Washington Post es un referente del periodismo de investigación de calidad. En los años setenta, se hizo mundialmente famoso por la cobertura del caso Watergate, cuando la directora Katharine Graham y los editores apoyaron a los periodistas Carl Bernstein y a Bob Woodward en sus denuncias contra el presidente Nixon.
“La conjugación del respaldo de la empresa informativa y la tenacidad responsable de sus periodistas, hizo que el tema, que llevó más de dos años de investigación, viera la luz y pusiera al descubierto las mentiras del presidente norteamericano. Esto cimentó la personificación de la calidad del periodismo de investigación en The Washington Post”, explica la docente.
Tiempos difíciles
Según detalla la especialista, en la última década, el periódico no ha podido escapar a las dificultades financieras que han acechado a los diarios, originadas, según sus dueños, por la competencia de Internet y el cambio de la tecnología impresa a la digital. La compañía acumuló en 2012 unas pérdidas de explotación de 53,7 millones de dólares, duplicando las que generó en 2011, de 21,1 millones de dólares.
Su circulación diaria promedio, según datos de marzo de 2013, era de 474.767; los domingos era de 838.014, lo que lo coloca en el octavo lugar de los periódicos estadounidenses. Las suscripciones on line y otros recursos no han sido suficientes para garantizar el crecimiento futuro del diario.
El futuro con Jeffrey Bezos
La doctora Rosa Zeta indica que la venta ha generado incertidumbre y expectativas porque, “aunque hay un compromiso del nuevo dueño en torno a los valores cimentados por los Graham en ocho décadas de dirección, se desconoce lo que realmente sucederá con el periódico en manos de Bezos, que conoce muy bien el mundo de la distribución, que es su negocio principal, pero que no tiene experiencia en el ámbito de la producción de la información”.
“Carl Bernstein, el legendario periodista del Post, apuesta por el fundador de Amazon al declarar que es exactamente la opción inventiva e innovadora necesaria para generar un nuevo compromiso con el gran periodismo. Sin embargo, el columnista Gene Weingarten publicó una carta abierta en el sitio del Post en Internet exhortando a su nuevo propietario a respetar los límites editoriales y resistir la tentación de interferir como lo han hecho otras empresas propietarias de diarios”, comenta.
La especialista agrega que Bezos, en su primer mensaje a los empleados de la compañía, ha prometido mantener su residencia en Seattle y dejar la gestión del día a día del diario en los actuales editores. Por otro lado, apunta, “se ha conocido que Katharine Weymouth-Graham, sobrina del fundador del diario, permanecerá como su editora y directora ejecutiva tras la venta; y su plantilla, de unos 2.000 empleados, se mantendrá intacta”.
“Lo que debemos rescatar es esa preocupación porque el buen periodismo siga caracterizando al The Washington Post en esta nueva era digital. Esperamos, como señala Bernstein, que Bezos apueste por mantener el buen periodismo en el diario, que recibe en sus manos con una trayectoria de 133 años”, puntualiza.