Alumnas de la UDEP realizaron primer voluntariado profesional en Roma Pueblo Nuevo.
Por Claudia Reto. 19 agosto, 2013.Durante dos semanas, 16 alumnas del campus Lima de la UDEP capacitaron a microempresarias de distintos zonas rurales de Cañete en temas de gestión de negocios. Además, aplicaron encuestas para conocer la realidad social y económica de Roma Pueblo Nuevo. Ambas actividades constituyen el primer voluntariado profesional que realiza el grupo de Voluntariado de Ayuda Social (VAS) de la Universidad de Piura en coordinación con el área de Labor rural del Centro de formación profesional para la mujer Condoray.
Las jóvenes que participaron son Maria Pía Núñez, Michelle Aguirre, Katherine Bocanegra, Sue Gómez y Ángela Solórzano del programa académico de Economía; Sanae Sifuentes, Cynthia Aristondo, Stephany Rosas, Alejandra Morán y Jessica Agama, de Administración de Servicios; y Aharla Hurtado, Desirée Castro, Gina Sthefany Figueroa, María del Carmen Yépez, Olga Espinoza y Alexandra Bocanegra, de Administración de Empresas. El trabajo de las jóvenes estuvo dirigido por la profesora María Elena Arce y la directora de estudios del campus Lima de la UDEP, Nancy del Águila.
“Antes de iniciar el voluntariado, las alumnas recibieron de nuestros docentes la preparación necesaria para aplicar la teoría empresarial al contexto de la microempresa rural; y para estructurar y analizar la encuesta socio económica mediante el manejo de un programa econométrico”, comentó María Elena Arce, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales.
Las encuestas describen Roma
Las alumnas recogieron importantes datos sobre la salud, el empleo, la vivienda y el autoestima de las mujeres de Roma. Según el estudio, las encuestadas aportan el 54% de los ingresos familiares; un 38,64% de ellas reporta tener un pequeño negocio; y el 41,67%, trabaja en las chacras cosechando o cuidando del ganado.
“La experiencia fue enriquecedora porque aprendimos a liderar un grupo de personas. A pesar de que teníamos el tiempo en contra, cada una de nosotras aportaba lo mejor de su experiencia académica según su carrera. Las señoras quedaron muy agradecidas”, comentó María Pía Nuñez, alumna de Economía.
La información obtenida será plasmada en un informe que las estudiantes presentarán a Condoray con el fin de evaluar la posibilidad de aplicar futuros proyectos de ayuda social.
Las capacitaciones
En las instalaciones de Condoray, 16 microempresarias mayores de 18 años recibieron clases prácticas y teóricas, adaptadas a su realidad personal, sobre costos, procesos y calidad, planificación financiera, marketing, estrategia de ventas, plan estratégico de negocios, gobierno de personas, emprendimiento e innovación.
Las mujeres que recibieron la capacitación poseen un negocio que les sirve de autosostenimiento. La mayoría de ellas son las encargadas de realizar las labores en su hogar y, en simultáneo, buscan ingresos adicionales. Las asesoradas tienen instrucción primaria o secundaria, y un conocimiento empírico sobre los negocios.
El objetivo del proyecto es lograr que las microempresarias hagan crecer su negocio a través de las herramientas brindadas en las clases. Además, que comprendan la importancia de innovar, de saber identificar los costos de sus productos y de empezar a establecer metas de mediano y largo plazo, de tal manera que tengan un negocio sostenido que sirva para la autogeneración de recursos para la familia.
“Otro objetivo es que las señoras se den cuenta de la importancia de tener una formación, ya que si bien ellas han actuado empíricamente en sus negocios es importante que conozcan las bases teóricas de muchas cosas que ellas ya realizan. Además, despertar su interés por crecer, tanto en sus negocios y como personas”, agregó Desirée Castro, alumna de Administración de Empresas.