Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la UDEP, ofrece una visión general de la actual situación de la enciclopedia online.
Por Kattia Alvarado. 26 noviembre, 2013.En la actualidad, buscar en google y acceder a la información a través de Wikipedia se ha convertido en una actividad común. Sin embargo, Wikipedia, y su declarada ambición de compilar la suma de todo el conocimiento humano, está en problemas, pues ha perdido demasiados colaboradores. Enrique Banús, director del Instituto de Estudios Europeos de la Facultad de Humanidades de la UDEP, ofrece una visión general de la actual situación de esta enciclopedia colaborativa.
En los últimos años, Wikipedia ha tenido serias dificultades, y no solo económicas, para mantener su correcto funcionamiento en la red. En los últimos meses la enciclopedia libre estuvo envuelta en un fraude con una firma de relaciones públicas acusada de realizar prácticas ilegales (publicidad) en la enciclopedia. Por otro lado, en un artículo reciente, escrito por Tom Simonite y publicado en El Mundo, afirma que la Wikipedia está en declive: “el trabajo de los voluntarios que redactan y editan los artículos de la enciclopedia se ha reducido en más de un tercio desde 2007 y sigue disminuyendo”.
El profesor Enrique Banús, uno de los wikipedistas más activos en español (ha redactado cientos de artículos de Wikipedia), reconoce que la enciclopedia ha perdido algunos miles de colaboradores este año, pero en total tiene casi 90.000 colaboradores estables. “Wikipedia no está en peligro de desaparecer en el corto plazo. Esta se desarrolla a gran velocidad; de hecho pueden llegar a darse unas 15-20 ediciones por minuto. Lo que significa que hay varias decenas de personas trabajando simultáneamente”, expresa el docente.
Asimismo, afirma, aunque es cierto que la calidad de los artículos es muy desigual; por lo que podemos encontrarnos algunos de gran calidad conviviendo con otros que no lo son, la enciclopedia sigue creciendo en profundidad y extensión. Actualmente existen versiones en más de 280 idiomas y la versión inglesa, la más extensa, es 50 veces más grande que la Enciclopedia Británica y con un nivel similar de calidad y fiabilidad.
Sin embargo, explica el experto, el artículo de Tom Simonite se refiere a la edición en inglés: “dudo mucho que se pueda transferir a la edición en español, es más, no tengo datos de que esté pasando lo mismo ni tampoco de que el perfil sea igual y, por lo tanto, que existan los mismos problemas con la edición en español”, expresa Banús.
Evidentemente, explica Banús, el gran tema es la calidad, cómo asegurarla y cómo mejorarla. Y evitar que se forme una “casta” que imponga sus criterios. Hay alguna tendencia, pero no lo veo excesivamente preocupante. Claro que hay administradores más “mandones” y gente que utiliza su conocimiento de las reglas para imponerse, pero no creo que sea un elemento dominante.
Por último, añade, se está dando una proliferación de normas y una sofisticación cada vez mayor en los sistemas de edición que puede producir una ciega turbiedad, pero -insisto- no creo que sea un gran problema en español. Más problemático es cuando, con la excusa de cumplir las reglas, se eliminan artículos o partes de ellos por motivos ideológicos. En general, en español me parece que todavía no estamos en una fase de oscuridad, y quizá nunca se llegue a ella.