Cruzar con el semáforo en rojo o diagonalmente intersecciones u óvalos. Cruzar a media cuadra, apurados, llevando niños de la mano. Caminar distraídos con el teléfono o con audífonos, sin mirar alrededor, son hábitos cotidianos que nos exponen al peligro de ser atropellados al caminar. Es mediodía de un día cualquiera, intersección de Avenida Sánchez […]
Por Jorge Timaná. 18 julio, 2014.Cruzar con el semáforo en rojo o diagonalmente intersecciones u óvalos. Cruzar a media cuadra, apurados, llevando niños de la mano. Caminar distraídos con el teléfono o con audífonos, sin mirar alrededor, son hábitos cotidianos que nos exponen al peligro de ser atropellados al caminar.
Es mediodía de un día cualquiera, intersección de Avenida Sánchez Cerro con Loreto. ¿Cuántas personas cruzan teniendo al frente la luz roja? No son pocos. La mayoría jóvenes estudiantes que apuran el paso intentando ganar a los vehículos. Algunos de ellos con audífonos, distraídos totalmente. Otros mirando sus teléfonos con la cabeza gacha, sin importar lo que pasa alrededor. También hay adultos, algunos hablando por teléfono y otros, los más arriesgados, incluso con niños de la mano mientras tienen al frente la luz roja del semáforo. En nuestra ciudad, es común cruzar en contra de las luces del semáforo; ya ni eso respetamos. Es increíble el riesgo en el que nos involucramos todos los días, casi sin darnos cuenta.
Aunque no es muy frecuente, también se cruza diagonalmente las intersecciones, incluso los óvalos. En los óvalos Grau y Bolognesi, puede verse eventualmente peatones que cortan camino, sin pensar que por ahorrar un poco de tiempo pueden poner en riesgo sus propias vidas.
Cruzar a media cuadra también es peligroso. Se hace entre autos estacionados, avanzando hasta el centro de la pista, deteniéndose un rato para dejar pasar los autos y siguiendo su camino. Hay lugares, como en la prolongación de las avenidas Grau o en la Cáceres, donde existen pases peatonales ubicados en las bermas centrales, casi a mitad de la cuadra. No es lo óptimo; aunque el tener un solo sentido de circulación por calzada, ayuda a visualizar mejor. En estos lugares se requiere que pongamos más atención para cruzar seguro. Aquí la velocidad de los vehículos suele ser mayor, por eso el riesgo es más alto.
¿Cómo cruzar? Lo mejor, obviamente, es cruzar en la esquina, lugar más visible para lidiar con la combinación de tráfico vehicular y peatonal. No subestimemos a los vehículos ni sobre estimemos nuestra suerte, cruzando en cualquier parte. Debemos cruzar donde los conductores puedan vernos. Una buena recomendación es procurar hacer contacto visual con el conductor. Asegurándonos que nos ha visto, será más probable lograr una interacción entre él y nosotros, esto ayuda a que preste más atención.
Usemos los pasos peatonales para cruzar la calle. Aun sin ellos, la esquina será siempre el mejor lugar para cruzar. Es preferible unos minutos de caminata hacia la esquina más cercana que arriesgarnos cruzando en cualquier lado. Si vamos con niños y además estamos apurados, es el momento en que más atención se requiere. Es prudente tomarse el tiempo necesario para darles seguridad. Ellos aprenden con el ejemplo y cuidar estos detalles al caminar en la calle, hará que en el futuro, ellos se comporten mejor que nosotros ahora.
Haciendo bien las cosas, los peatones tenemos prioridad sobre los vehículos al momento de cruzar la pista. Muchos conductores lo desconocen, por eso es mejor asegurarnos tomando en cuenta las recomendaciones anteriormente mencionadas.
