Por Carlos Ojeda Díaz
Por Julio Talledo. 03 mayo, 2012.Lamentablemente, nos estamos acostumbrando a vivir en el caos y el desgobierno. Al parecer, los ciudadanos debemos observar pasivamente y soportar un entorno que, irremediablemente, se deteriora cada vez más. Las últimas noticias locales me llevan a invocar a nuestras autoridades electas a que asuman su rol como tales.
Transitar por la ciudad, a pie o en vehículos privados o públicos, entraña un alto riesgo de sufrir el ataque de avezados delincuentes que, horondamente y a plena luz del día, asaltan a las personas o a los conductores con armas de fuego. No solo están los ladrones que rondan mercados y establecimientos comerciales para arranchar paquetes, relojes y billeteras; sino también está el crimen organizado que aprovecha el desorden reinante en la ciudad.
No podemos quedarnos tan tranquilos ante situaciones horrendas, como la de aquel ingeniero que sale confiadamente de una entidad bancaria, conduciendo su camioneta hacia su destino, sin darse cuenta de que es seguido -en motocicleta- por un par de cobardes y desalmados delincuentes, que lo interceptan violentamente, en plena zona residencial, amenazándolo con un arma de fuego. La intención es robarle y ante la mínima oposición se arma una balacera que pone en riesgo su vida, la de los niños que juegan en el parque, transeúntes y familias vecinas. Otro caso: aquel humilde vigilante particular que al salir en defensa de un grupo de señoritas, que circulaban en su propio vehículo, es abaleado sin misericordia por pistoleros motorizados, que las habían marcado para asaltarlas. Estos y otros hechos violentos han sucedido en la misma zona residencial,
en pocas semanas, alterando enormemente la tranquilidad y seguridad de los vecinos.
La modalidad de asalto en motocicletas y hasta en mototaxis, se está imponiendo, debido a la inexistencia de reglas claras o por el equivocado enfoque de regidores, técnicos y especialistas. La autoridad está para defender y proteger el bien común y la seguridad es uno de los bienes más elementales y necesarios. Si no se entiende esto, se replicarán en Piura los escenarios de barbarie vividos en otras latitudes.
Recientemente, he leído con gran asombro las declaraciones del Secretario Técnico Regional de Seguridad Ciudadana, quien pomposamente anuncia un plan piloto de seguridad y que “se hará un diagnóstico de la inseguridad en Piura y Castilla en un plazo de 60 días”. Este excesivo plazo para tomar medidas y “hacer de Piura una región modelo donde se pueda vivir en paz”, no augura soluciones serias y definitivas, sino solo paliativos. Es como si a un paciente gravísimo y que está desangrándose, el médico le pidiera que retorne en una semana para diagnosticarlo acertadamente.
¡Por favor, estimadas autoridades, estamos aún a tiempo de reaccionar! Terminen con las acciones burocráticas, que solo transmiten inseguridad, desconfianza y causan pena. No hace falta tanto estudio ni diagnóstico para tomar medidas inmediatas. Desprendámonos de este cómodo estilo de resolver los problemas, pues siendo verdad que semejante situación requiere de decisiones a corto, mediano y largo plazo; bien se podrían anunciar algunas medidas de urgencia, de corto plazo – no después de 60 días- sino hoy, mañana.
Me permito sugerir algunas acciones elementales: a) Realizar un control estricto y constante sobre la identificación de personas, licencias de conducir de motocicletas y mototaxis; b) Organizar anillos permanentes de control policial y serenazgo en las zonas residenciales más “apetecidas”, para ahuyentar a los delincuentes. Los que ahora se realizan son muy esporádicos, y más bien espectaculares por el excesivo montaje, ocasionan embotellamientos y no son eficaces.
Las medidas de mediano y largo plazo deben abordarse con valentía, pues están directamente relacionadas con el ordenamiento vehicular, no solo con la renovación de combis, sino -sobre todo- con una regulación rigurosa de la circulación de mototaxis y de las mal llamadas motos lineales de servicio público. Mientras no se enfrente este asunto, los delincuentes tendrán a su servicio la red ideal para someternos con salvajismo.
Como ciudadano, pido a nuestras autoridades que entiendan que están para servir a la ciudadanía con profesionalidad, con sacrificio, con muchísima imaginación; convocando a los especialistas más competentes, aunque haya que traerlos de otras ciudades o del extranjero, si Piura no los tuviera.
Docente.
Facultad de Ingeniería y director de la Escuela Tecnológica Superior.
Universidad de Piura.
Artículo publicado en el diario El Tiempo, miércoles 2 de mayo de 2012.
