La Mgtr. Huaco señala que muchas de las promesas electorales son pura demagogia o inviables y que si los ingresos no son los esperados, las instituciones públicas no podrán incrementar las remuneraciones.
Por Elena Belletich Ruiz. 02 febrero, 2016.Juana Huaco, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales y experta en gestión pública de la UDEP, señala que, por ejemplo, en cuanto al incremento de sueldos, el presupuesto público “depende de los ingresos de este sector; y estos, de la situación económica externa (precios de los minerales, del petróleo, nivel de inversiones,…); es decir, de factores macroeconómicos. Si los ingresos no son los esperados, no se podrán incrementar las remuneraciones en las instituciones públicas, sostiene.
Indicó que para un incremento salarial, de instituciones públicas o privadas, se debe considerar la coherencia interna de los sueldos. “Estos se definen en base a las categorías de los puestos de trabajo y se deben mantener unas diferencias entre las mismas. Así, el sueldo de un trabajador dependiente no puede ser el mismo que el de su jefe”, explica.
Las ofertas electorales
Respecto a los aumentos salariales o disminución de precios, que ofrecen varios de los candidatos presidenciales, Huaco García señala que estos deben ser responsables en sus ofrecimientos. “Muchas veces sus ofrecimientos son pura demagogia. Ofrecen lo que no podrán cumplir en la realidad. Si bien la situación económica está moderadamente bien, no como en años anteriores, no debemos deteriorarla con oferta inviables que solo ocasionarán problemas económicos a nuestro país”.
Señala asimismo que los candidatos deben ser muy cuidadosos con lo que prometen. “Si no conocen la realidad de cada una de las instituciones, de los ingresos públicos o del déficit que tienen algunas, no pueden ofrecer nada. Si no, recordemos el gran ofrecimiento del precio de gas a 10 o 12 soles el galón”.
La Mgtr. Huaco recordó que ya ha habido malas experiencias al “direccionar” los sueldos por leyes o decretos leyes “porque lo ofreció determinado candidato y tiene que ‘cumplir’ su promesa. Esta mala práctica se ha visto por años. Los sueldos se definen a nivel de institución, dejemos que sea la propia gestión de la organización la que genere ingresos para poder dar un incremento salarial”, subrayó.