La pérdida de un diente origina incomodidad física y, en la práctica, perjudica la masticación. También es un problema estético que puede llegar a afectar la autoestima. ¿Cómo aliviarlo? Un implante puede ser la solución.
Por Charo Córdova. 11 julio, 2016.
Actualmente, los implantes dentales constituyen una gran alternativa para el reemplazo del diente perdido. Estos le dan al paciente la oportunidad de recuperar su tranquilidad, estar más cómodo, confortable y sentir la naturalidad del diente propio, aunque este sea una prótesis. Además, esta técnica dental proporcionará evidentes aportes en la masticación y estética dental.
Un implante, explica el odontólogo Javier Carlín, del Policlínico de la Universidad de Piura, “es un tornillo de un material biocompatible como el titanio, que se inserta quirúrgicamente en el hueso. En realidad se trata de una raíz artificial de titanio que sustituye aquellos dientes (incisivos y molares) que alguna vez fueron extraídos. A través de este proceso se le devuelve al paciente la normalidad en su función masticatoria y estética”.
El proceso del implante
El especialista detalla que el tratamiento implantológico consta de 3 fases: en al primera se coloca el implante en la zona sin diente; luego, se espera la osteointegración, que es el proceso por el cual el implante se integra al hueso; esta dura de 3 a 4 meses. Una tercera fase es la protésica: se coloca el muñón metálico y finalmente la corona de porcelana.
El odontólogo recomienda que, mientras dure el proceso, el paciente asista a sus citas regulares de control, para observar si hay alguna alteración mientras el implante se va acoplando al hueso. Asimismo, indica que cuando ya se haya colocado la corona de porcelana, debe asistir a controles más espaciados hasta concluir el tratamiento.
No es para todos
Carlín, odontólogo implantólogo, afirma que no todas las personas están aptas para ser sometidas a este tipo de intervención; por eso, “se debe realizar un minucioso diagnóstico previo para evaluar la cantidad y calidad del hueso del paciente, así como su estado sistémico y sus hábitos de higiene. Si estos últimos no están controlados, podrían ocasionar fallos en el proceso de oseointegración desencadenando el fracaso del tratamiento”, asevera.
“Por ejemplo, no son buenos candidatos los pacientes con una diabetes no controlada, colesterol elevado, pacientes inmunosuprimidos, tampoco quienes estén tratándose por osteoporosis; quienes usen esteroides, bifosfonatos, ni los pacientes alcohólicos y los fumadores severos”.
Respecto a los casos en que el hueso del paciente se haya reabsorbido o perdido en la zona a intervenir, el odontólogo recomienda realizar una cirugía de injerto óseo previo, para lo cual existen diversos y muy buenos productos sustitutos de hueso con los que se puede rellenar la zona antes de colocar el implante.
“Colocar un implante es una buena alternativa que además proporciona la ventaja de una masticación casi natural. El implante se siente casi como el diente propio. Además, es una excelente opción para la rehabilitación oral en el sentido conservador, puesto que para restituir un diente faltante ya no sería necesario desgastar los buenos, adyacentes al espacio, como se hace con los puentes”.
Los implantes dentales son seguros, por lo que no se puede hablar de rechazo pero sí de fracaso del tratamiento, “por eso el rol del paciente es fundamental en el cuidado e higienización de su implante. Debe seguir una serie de indicaciones lógicas y sencillas para su cuidado”.
Implantes en la UDEP
- El odontólogo Javier Carlin fue el único americano seleccionado, entre 18 participantes del mundo, para cursar la especialidad en Implantes dentales organizada por la Cambridge Academy of Dental Implantology y The General Dental Council. Fue dictada en el Churchill College de la Universidad de Cambridge.
- El curso fue diseñado para que el implantólogo realice sus tratamientos de la manera más segura para el paciente y para él mismo.
- El especialista realiza estos implantes en el Policlínico del Área Departamental de Ciencias Biomédicas de la UDEP, de lunes a viernes de 8:00 a. m. a 12:00 m., previa cita.
(Artículo publicado en el suplemento Semana de El Tiempo, el 10/07/2016).
