En la sesión de continuidad, realizada por Alumni Lima, el, docente de EAE Business School, señaló que la pasión, la gente y el performance son los pilares básicos de una compañía.
Por Diana Seminario. 10 octubre, 2016.
“Las marcas de perfumes incluso las bebidas alcohólicas tiene mucho que ver con crear enlace entre la marca y estilo de vida, al fin y al cabo, una fragancia la hueles, te gusta o no te gusta, pero realmente la estrategia de branding se trata de contar estas historias que creen vínculos emocionales con el mercado y, así, posicionarse de forma importante, explicó el profesor español.
Para su exposición, Robinat Rivadulla se basó en la historia de una empresa familiar española: “Puig fue fundada en 1914, es una empresa familiar de moda y fragancias con sede en Barcelona, dirigida en la actualidad por la tercera generación de la familia. Destaca por su capacidad de construir marcas a través de la moda y en especial para traducir esa imagen al mundo de fragancias a través del storytelling y la excelencia de sus productos”.
Robinat explicó que el mercado español está sumamente saturado y con crecimientos muy pequeños. “El 45,3% son fragancias femeninas, el 40,1% masculinas; luego están las unisex, que las podríamos repartir entre ambos; por lo tanto, es muy igualado el mercado masculino y femenino”.
Para el docente, lo difícil es cuando estás en un mercado que no crece y tienes que crecer. En este caso, para crecer hay que quitarles cuota de crecimiento a los competidores. Para lograrlo, hay que ser capaz de desarrollar estrategias para fidelizar a los clientes de modo que no se vayan con la competencia. Paralelamente, dice Rivadulla, hay que aplicar estrategias que atraigan a los clientes.
Señaló que los pilares básicos de la compañía son la pasión, la gente y el performance. “La pasión nos mueve a entregarnos a nuestro trabajo: sentimos pasión por la calidad de nuestros productos, el éxito de nuestra empresa y los sueños de los clientes. Para Puig, la pasión es audacia, emoción, creatividad e innovación”.
En cuanto a la gente, dijo que las personas, el talento colectivo en los equipos, entregados a sus trabajos, llenos de ambición constituyen la herramienta imprescindible para crear y comercializar las fragancias con más personalidad. Al referirse al performance de esta empresa familiar dijo que está en condiciones de plantear objetivos a largo plazo y, a la vez, aprovechar las oportunidades en cuanto surjan.
La toma de decisiones, precisó, implica impregnarlas de las creencias de la empresa, definidas como los valores, en los que se apoyan las políticas que hay que cumplir. Estas políticas nos quitan margen de maniobra a la hora de operar, pero es la forma de garantizar que el direccionamiento esté correctamente definido y nuestra actuación sea coherente.
Estas políticas son el marco dentro del cual se pueden desarrollar las estrategias: qué hacer, cómo hacerlo y cómo gestionar; cuáles son los medios y recursos que tengo para alcanzar mis objetivos. “Estas se han de traducir en acciones que irán construyendo la reputación y posicionamiento en el entorno del mercado. Si cumplo con este direccionamiento estaré actuando sobre el mercado como soy y, por lo tanto, será sostenible. Si quiero actuar como no soy, llegará al momento que entraré en conflicto, y las acciones no serán sostenibles”.
En cuanto a la responsabilidad social, en Puig, tienen dos proyectos muy coherentes con el ADN de la empresa. Robinat indicó que el primero está dirigido a jóvenes emprendedores, entre 18 y 25 años, que ponen su pasión, esfuerzo y creatividad en la marcha de proyectos innovadores para mejorar su entorno. Además, comentó que el segundo proyecto busca potenciar y capitalizar la capacidad de innovación de personas sin límite de edad pero con experiencia demostrada en innovación y creatividad. Se les financia el proyecto durante 3 años, precisó.
