Aunque han sido diversos los testimonios sobre la cercanía y el cariño manifestados durante años por Mons. Javier Echevarría, el Coro Universitario (Piura), que experimentó ese aprecio de modo particular, también quiere expresar el suyo.
Por Carolina Cáceres. 26 enero, 2017.Con ocasión del recital de música sacra, ofrecido en la Iglesia María Auxiliadora el 6 de noviembre de 2014, en Piura, le enviamos el DVD que se editó, acompañado de una fotografía del coro en aquella ocasión. Mons. Echevarría nos ‘devolvió’ esa foto; en ella, había impreso su bendición: “Cantate Domino, cum iubilo! ¡Y a rezar mientras se canta!”.
Después del festival internacional de coros universitarios que la UDEP organizó en septiembre del 2016, con la participación de coros de Colombia, Ecuador, Chile, Arequipa, Lima y Piura, le enviamos la primera edición de ese festival en DVD, con una carta del maestro Arturo Hernández que, entre otras cosas, decía:
“Al ver a estos jóvenes, siempre pienso que San Josemaría y Don Álvaro están muy contentos de ver a sus alumnos; especialmente cuando tenemos ocasión de participar en las celebraciones de las distintas misas que hay en el año. En el video podrá ver cómo al final de las presentaciones oficiales, nos dirigimos a cantar a la Ermita del campus, con todos los coros unidos (150 voces), dos canciones a la Virgen: Reina de Reinas y la Canción de la Ermita. Fue un broche de oro muy emotivo.
Sinceramente, espero que este video le ayude a disfrutar viendo a estos jóvenes, y le pido que rece a Dios por estos chicos del Coro universitario de la Universidad de Piura y por mí, y que nos envíe su bendición”.
La noticia de su fallecimiento nos pilló de sorpresa y nos llenó de pena. Al día siguiente sería el tradicional Recital de Villancicos que ofrece el Coro como preparación para la Navidad. Cuando nos confirmaron que este se realizaría de todas maneras, decidimos ofrecerlo en homenaje a nuestro Gran Canciller.
Ese mismo día, –en el ensayo– decidimos incluir la canción que San Josemaría había dicho que le gustaría que le cantaran en el momento de su muerte, pues parece describir el momento en que el alma encuentra definitivamente a Dios en la eternidad: Aprite le finestre al nuovo sole: è primavera, è primavera. Lasciate entrare un poco d’aria pura… «Abrid las ventanas al sol nuevo: es primavera. Dejad entrar un poco de aire puro, con la fragancia de los jardines y de los prados en flor. ¡Es primavera, fiesta del amor!»
“La canción –escribe la periodista Pilar Urbano– habla expresamente de una cita: la luna già ha fissato appuntamento. Por ahí va su sentido de la muerte: será el apasionado encuentro de dos enamorados. En efecto, la tonadilla italiana describe la llegada del buen tiempo, los prados en flor, las noches de plata, el nuevo sol radiante, el aroma de los jardines, el vuelo de las palomas primaverales que anuncian el tiempo bello… Y, de modo insistente, invita, aprite le finestre!, a abrir las ventanas para que entre el amor. (…)”.
Pensamos que cantar esta canción era el modo de agradecer el cariño de Mons. Echevarría y reconocer la identificación que siempre quiso tener con san Josemaría, al sucederle como Prelado del Opus Dei.
Nos dio mucha alegría ver una entrevista reproducida en Youtube con motivo de la muerte del Prelado (hecha en la Navidad del 2009 por Radio Televisión de Castilla y León en la Navidad) que utiliza la misma canción al principio y final; y, se aprecia a don Javier tarareándola con gracia y alegría.
Cuál sería nuestra sorpresa, la del maestro Hernández que quiso compartir inmediatamente con los chicos del Coro, cuando poco antes de la Navidad recibió una carta de Mons. Javier Echevarría, fechada el 1 de diciembre de 2016 (Roma), cuatro días antes de ser internado en la clínica, donde estuvo sus últimos días. La queremos reproducir aquí, por el especial valor que adquiere después de su fallecimiento: