El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,0, el más fuerte en el mundo desde 1964, golpeó la costa de Banda Aceh – Indonesia, causando una serie de tsunamis devastadores.
Por Eduardo Sánchez. 09 junio, 2017.Hubo, entonces, 250 000 fallecidos en Tailandia, Indonesia, Somalia, India, y otros países; y millones de damnificados. A los pocos días, líderes mundiales se reunieron en la ONU (Organización de la Naciones Unidas) y comprometieron 1850 millones de dólares como ayuda a la zona afectada. En esta cita, un embajador europeo dijo al entonces Secretario General de la ONU (1997-2006), Mr. Kofi Atta Annan (Premio Nobel de la Paz 2001): “We don’t need a donors conference, we need a logistics conference” (“No necesitamos una conferencia de donantes, sino una conferencia sobre logística”).
La comunidad internacional mostró su mejor rostro frente a este evento, personas de todos los países ayudaron con donaciones de todo tipo: agua, víveres, ropa, material de rescate, etc. Sin embargo, la ayuda no llegaba en la forma ni en el momento oportuno. La solución estaba en la Logística humanitaria, disciplina poco estudiada entonces (el 85% de las publicaciones existentes al respecto se realizaron después del 2005).
Esta disciplina se encarga de asegurar el flujo eficiente y de bajo costo; y el almacenamiento de bienes y materiales, con el fin de aliviar el sufrimiento de las personas vulnerables por un evento catastrófico (A. Thomas y L. Kopczak, 2005).
En el Perú, el primer trimestre del año, el Niño Costero dejó 111 personas fallecidas y centenares de miles de damnificados. De acuerdo a reportes oficiales, el departamento de Piura fue el más afectado por este fenómeno. El Perú se puso de pie; y la solidaridad, bajo el lema de #unasolafuerza, recopiló y trasladó ayuda humanitaria hacia el norte del Perú. Instituciones como Piura en Acción, RANSA, Asociación de Mujeres por Piura y UDEP confiaron en la logística humanitaria y profesionalmente lograron distribuir eficientemente y a bajo costo miles kits (emergencia, alimentos, higiene) ropa, filtros purificadores de agua, luz solar, medicina, etc.
Desde esta tribuna, felicito a todos los voluntarios, profesionales, autoridades e instituciones que participaron activamente durante la emergencia. Sin embargo; la responsabilidad no ha culminado, ahora la tarea es mayor e igual de importante, y le han denominado Reconstrucción con Cambio.