Uno de los forjadores y pioneros de esta casa de estudios falleció en España. El recuerdo del primer director del Programa de Ingeniería, de la Universidad de Piura, permanece en quienes siguen sus enseñanzas.
Por Koko Zavala. 31 julio, 2017.El ingeniero Miguel Samper Oliva, pionero y forjador de la Universidad de Piura y exdocente de la Facultad de Ingeniería, falleció el 28 de julio en su natal Jaca, municipio de la provincia de Huesca, en Aragón, España, a la edad de 75 años.
Junto a los ingenieros Ricardo Rey (primer rector), Ramón Mugica, los doctores Javier Cheesman, Víctor Morales, Juan Antonio Ugarte, José Ramón de Dolarea, César Pacheco y la Lic. Therese Truel conformó el primer claustro, con el que se iniciaron las actividades, en abril de 1969; en octubre, llegarían Luz González Umeres y Juan Roselló Vadell.
La noticia de su deceso generó consternación entre sus exalumnos, especialmente de las primeras promociones. El ingeniero César Angulo, actual docente en Campus Lima, egresado de la quinta promoción, expresó a través de su cuenta de Facebook, que el ingeniero Samper fue para él, un segundo padre.
“Él me ayudó a descubrir mi vocación de profesor universitario, y mucho más en mi formación personal. Además, me formó para sacar adelante la Facultad de Ingeniería, para que siga su legado en su ausencia, allá por los años 80. Todos sus exalumnos y los que no lo fueron le estamos muy agradecidos”, escribió.
El recuerdo
Miguel Samper acompañó a Eugenio Giménez, Víctor Morales y Ramón Mugica, el 27 de setiembre de 1967, en el segundo viaje a Piura que hicieron, para seguir en las coordinaciones que permitirían crear esta institución universitaria. Compartía el sueño del fundador de la Universidad, San Josemaría Escrivá de Balaguer, que daría inicio a una auténtica descentralización en la enseñanza universitaria y promoviendo el desarrollo integral del país.
La Universidad de Piura inició su vida académica el 4 de marzo de 1969 con los exámenes de admisión. En la noche del lunes 7 de abril de 1969, se iniciaron las clases, tras la inauguración solemne del campus. La UDEP empezó con dos programas: el de Ingeniería, cuyo director fue el ingeniero Miguel Samper; y el programa de Artes Liberales que tuvo como director al doctor César Pacheco Vélez.
“Al profesor Samper debemos reconocer y agradecer que estuviese en los comienzos de la universidad, por el orden, rigurosidad y previsión que ponía en todos los procesos y sistemas del funcionamiento académico de la Facultad de Ingeniería. Las primeras promociones tienen muchos y gratos recuerdos de él, por la exigencia que ponía en los estudios, no pidiendo cosas absurdas si no explicando bien para que los alumnos asimilen las clases”, refiere el Dr. Antonio Mabres, vicerrector de Investigación de la UDEP.
El ingeniero Rafael Estartús, en una entrevista el 2011, recordó que había tratado de compartir con sus alumnos más que geometría o trigonometría. “He tratado de enseñarles lo que me enseñó a mí Miguel Samper: la clase está primero que todo. Por eso los ‘balconazos’ son de 10 minutos. Los alumnos a veces no quieren ir a clase, aunque saben que para eso están. Hay que exigírselos y yo creo que les hemos exigido”.
El año 2009, Dionisio Romero, en la lección inaugural del año académico “La UDEP, el mayor acto de fe en el Perú”, destacó que desde sus inicios la calidad de la Universidad se reflejaba en el perfil de sus primeros profesores. Entre ellos mencionó a Miguel Samper a quien describía como “exigente y riguroso, quien estrenaba sus mejores años de ingeniero”.
El año pasado (2016), a la distancia, el ingeniero Samper estuvo presente en el reencuentro de promociones de Ingeniería, egresadas entre 1985 y 1987. La lectura del mensaje que envió desde España, a cargo del ingeniero Max Maeda, fue uno de los momentos más emotivos.
En el recuerdo de la Universidad de Piura estará siempre la figura de Miguel Samper, uno de los profesores pioneros de la Universidad de Piura, quien procuró, como los forjadores, que los estudiantes amaran la investigación y la búsqueda de la verdad y el saber.