La tensión entre Corea del Norte y Estados Unidos mantiene los ojos del mundo en alerta. Si se diera una guerra nuclear entre ambos países, medio planeta podría desaparecer de inmediato, asegura la doctora.
Por Koko Zavala. 18 octubre, 2017.¿Qué países u órganos jurídicos están llamados a asegurar la paz?, ¿Cómo se maneja un conflicto de estos en el derecho Internacional? ¿Cómo afecta esta situación a Latinoamérica? María Gattinoni, profesora de Derecho Internacional Público y Derecho de la Integración de la Universidad Austral, responde estas cuestiones y detalla importantes aspectos del conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos.
Gattionini comienza explicando la importancia del Derecho Internacional para ayudar a solucionar tensiones como la existente entre Estados Unidos y Corea del Norte. Indica que la evolución de esta disciplina ha sido muy importante para mantener ciertos parámetros de paz en un esquema, que se basa en la igualdad soberana de todos los estados que integran la comunidad internacional.
Sin embargo, aclara que no se puede dejar de ver el peso específico de cada uno de los estados, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que tienen derecho de veto en las tomas de decisiones. “Son jurídicamente iguales pero, evidentemente, en los juegos de poder, hay estados que pesan más que otros y tienen la última palabra”.
¿Un ordenamiento jurídico descentralizado?
Al hablar de esta posibilidad, la experta de la Austral expresa que aunque tiene muchas falencias hacer un ordenamiento jurídico descentralizado y que no haya un gobierno mundial para, de alguna manera, poder frenar este tipo de conflictos, “se ha tratado de idear un mecanismo que se aproxima con esta prohibición específica del uso de la fuerza, y esto fue una evolución importante del Derecho Internacional a partir de la finalización de la segunda guerra mundial y la creación de la ONU, en donde hay una prohibición expresa del uso de la fuerza como una norma imperativa del Derecho Internacional que los estados no pueden dejar de lado”.
Refirió que lo anterior no garantiza la inviolabilidad del Derecho Internacional, “igual que las personas violan permanentemente las leyes locales, los estados también lo hacen, y realizan un esfuerzo creativo para justificar sus acciones, como Estados Unidos cuando invade Irak y Afganistán, argumentando una legítima defensa preventiva, lo que no exime de responsabilidad al estado. Sin embargo, tratar de justificar determinada conducta, tiene un peso específico en el Derecho Internacional, más allá de esta descentralización y del hecho de no tener una policía mundial que pueda imponer obligatoriamente una decisión”.
¿Quién vigila la paz del mundo?
Según las acciones mediáticas de Estados Unidos, frente a conflictos internacionales de distintos países, en diversas partes del mundo, pareciera erigirse como vigía de la paz mundial; pero esto, jurídicamente, no es así.
María Gattinoni dice que si bien la ONU sí tiene el monopolio del uso de la fuerza, a través de su Consejo de Seguridad, “cuando hay una amenaza de ataque en algún lugar del planeta, también tiene la exclusividad para dictar normas vinculantes o resoluciones que impliquen o no el uso de la fuerza, como: cortar relaciones diplomáticas, comerciales, de modo que el país deje de realizar actos o amenazas contra la paz mundial”.
Agrega que, tal como está contemplada la carta de la ONU, “el órgano que tiene la exclusividad para resguardar la paz es el Consejo de Seguridad, que cuenta con quince miembros, dentro de los cuales hay cinco que son permanentes; o sea que cualquiera de los grandes países que tienen poder de veto pueden decidir si se va a adoptar una medida en contra de algunos de estos países. Esa es una de las críticas que se le hace a la ONU, en cuanto al déficit democrático, pues si bien todos los estados son igualmente soberanos, hay una igualdad jurídica que está reconocida como principio básico del Derecho Internacional, en la práctica, los que tienen poder de veto condicionan bastante el actuar”.
América Latina en el conflicto
¿Qué podría pasar en el mundo si hubiera una guerra nuclear? ¿Acaso América Latina puede permanecer al margen o no sería afectada? Gattinoni explica que la situación es bastante compleja, en muchos sentidos. “No solamente en el aspecto jurídico, sino en temas ambientales, o políticos y constituye un cambio de paradigma muy rápido. Es un motivo de preocupación, porque los estados que tienen poder de veto en la ONU, dependen mucho de quien sea el representante del estado en ese momento”.
Agrega que, por ejemplo: “un presidente, con dificultades para dimensionar la escalada de violencia que se puede generar a partir de una acción equivocada, causa preocupación. Y, ante una agresión previa, el Consejo de Seguridad puede tomar medidas diversas que van desde el uso de la fuerza, hasta sanciones como embargo comercial o ruptura de relaciones diplomáticas”.
La doctora señala que una guerra nuclear terminaría con casi medio planeta. “Con el desarrollo nuclear que tienen los países involucrados, esto realmente llama a la preocupación. Si bien el presidente Donald Trump tiene una manera de decir las cosas y plantear los temas de manera que parece inconsciente; después, sus conductas puntuales no son directamente proporcionales con lo que anuncia. Tal vez porque hay un entorno que lo asesora y frena”.
¿Hacia una guerra fría?
Al preguntarle si se corre el riesgo de una nueva Guerra fría, como la de 1953, comenta: “Creo que la aparición de China, como una potencia que le quita protagonismo a Estados Unidos, provoca tensiones que van a ser bastante similares a la pasada Guerra fría. En general, los gobernantes son conscientes de que a la primera agresión de este tipo, se termina el mundo muy rápidamente y eso es lo que los frena. Con los adelantos tecnológicos y de largo alcance que tienen sus armas, sean nucleares, químicas o bacteriológicas, todo durará muy poco tiempo. Sería una guerra muy kamikaze”, refiere.