Durante la Semana de Derecho se dictó la conferencia “Libertad de prensa en el Perú”, donde se analizó la llamada “Ley Mulder” y el fenómeno de las “fake news” para explicar la controversia.
Por Daniela Cerna. 14 septiembre, 2018.Como parte de la Semana de Derecho, el 11 de setiembre se llevó a cabo el evento a cargo Gonzalo Zegarra, exdirector de Semana Económica y actual presidente del comité legal y miembro del comité ejecutivo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
El tema central de la conferencia fue el rol que ejerce la democracia, o lo que él denomina poligarquía, en la regulación del derecho a la libertad de prensa, manifestando que, con el fin de preservar la democracia, muchos gobiernos están restringiendo la libertad de expresión.
Para explicar cómo funciona esta afirmación, Zegarra lo ejemplificó con lo que dice Robert Bork en su libro “La paradoja del antimonopolio”: “en su obra, indica que las leyes antimonopolios restringen las libertades empresariales e individuales para garantizar libertades a los consumidores. Eso es lo que él llama una paradoja, prescindir de libertad para salvar la libertad”. Para Zegarra, nos estaríamos enfrentando a este nuevo modelo de paradoja aplicado a la libertad de expresión; es decir, restringir la libertad de expresión para salvar la democracia.
Sin embargo, manifestó que para que los medios sean realmente independientes no deben depender del poder político, y que el control de estos medios por grupos de poder económico sería menos nocivo que el control por un grupo de poder político.
La ley Mulder
Una ley que ha sido tema de debate durante los últimos meses en el Perú es la conocida “Ley Mulder” o “Ley mordaza”, que prohíbe la publicidad estatal en medios de comunicación privados.
De acuerdo a Zegarra, esta ley se originó como una medida de amedrentamiento a los medios y de manera indirecta vulnera la libertad de expresión. “Hay que regular la publicidad estatal porque utiliza recursos públicos, por tanto, no puede estar sometida a la autoridad de un gobernante de turno, pero prohibir toda publicidad estatal es como prohibir toda obra pública porque hubo algún caso de corrupción”, comentó.
Asimismo, manifestó que la implementación de la ley perjudica el modelo tradicional de los medios de comunicación, que tienen un bajo precio de venta al estar subvencionados por sus anunciantes.
Las “fake news”, el gran fenómeno de una sociedad líquida
Pero, ¿cómo regular la libertad de expresión en una sociedad en la que la información se divulga por la impulsividad y el sentimiento sin antes ser siquiera verificada?
“Hoy la sociedad es líquida, todo cambia. La instantaneidad de las redes favorece más al impulso que a la verdad, produciéndose los fake news”, explicó Zegarra.
Por esta razón, algunas plataformas como YouTube o Facebook han recurrido a la censura de contenido que consideran ofensivo o inapropiado, sin embargo, desde el momento en que se filtra qué información mostrar y qué no, está existiendo un sesgo y por lo tanto no hay libertad de expresión. Zegarra comentó que en estos casos lo mejor es que los medios se autorregulen.
“En mi opinión la autorregulación siempre ha funcionado mejor, tal como lo ha hecho el New York Times, que después de haber tenido casos gravísimos con periodistas creadores de “fake news”, ha tomado las medidas correctivas pertinentes, separando a los malos elementos y ofreciendo disculpas al público”.
Por su parte, Zegarra cree que el modelo de negocio de los diarios online inclina más su balanza hacia los intereses de los lectores y no de las marcas, por lo tanto, la información es más imparcial. “Este nuevo modelo es una feliz conjunción entre la moral y la sostenibilidad económica. La gente te va a seguir pagando en la medida en que te crea, porque has venido consistentemente diciendo la verdad”, concluyó el experto.