El profesor arcangélico
El verdadero maestro, aunque es justo y exigente en las calificaciones, nunca humilla a un estudiante. Al revés. Se alegra con cada logro, con cada éxito, con cada mérito del estudiante.
Mujeres de la Historia
A pesar de que todas las sociedades importantes del pasado fueron patriarcales y de que la mujer estuvo casi siempre relegada de la vida pública e intelectual, encontramos mujeres de enorme valía durante los últimos milenios.
El triunfo de los autócratas
El régimen bolivariano, por ejemplo, habría caído hace tiempo sin la ayuda internacional. Cuidemos la salud democrática de nuestros países. Porque, una vez perdida, resulta cada vez más difícil recobrarla.
Deseo, mímesis y estatus social
La publicidad, al mostrarnos un famoso con un producto, nos sugiere: desea el reloj de Daniel Craig, o el carro de Rafa Nadal, o el perfume de Gisele Bündchen. Si lo compras, serás como ellos.
Celebrar América Latina
América Latina es fusión, mezcla, síntesis. Es eclecticismo e interculturalidad. Es una cultura de culturas, donde lo uno no impide lo diverso. Es una realidad mágica, con muchísimo potencial.
El terror de los buenos
Cuando se reduce el ser humano al colectivo, y los colectivos a buenos y malos (opresores y oprimidos, victimarios y víctimas, etc.), se anula la responsabilidad moral individual y se justifica todo.
Inteligencia y sabiduría
De nada sirve todo el poder de cálculo, de lógica, de abstracción, si falla la intuición y la afectividad. Si –por decirlo con un término de hoy– se carece de inteligencia emocional.
Aprendizajes de Afganistán
¿Quién era el enemigo? ¿Para qué seguir ahí? ¿Para construir, en un país tribal, una nación unida y democrática? Ni los políticos ni los militares de la OTAN sabían muy bien qué hacían ahí.
La Happycracia
¿Y si en lugar de ansiar la felicidad, buscamos, más bien, alegrías compartidas? Dar, entregarse, servir, asumir responsabilidad por los demás. Por la familia, por los amigos, por la comunidad.
De la virtud al victimismo
Cambiaron las culturas y, con ellas, las virtudes propuestas. Grecia clásica celebraba la belleza, inteligencia y sabiduría. Roma: la valentía, la piedad filial y la autoridad. El cristianismo: la caridad, el sacrificio y la santidad.
Elogio de la competencia
También los seres humanos desplegamos el talento con la presión y el calor de la competencia. Así nos sacudimos la modorra. Así superamos la mediocridad. Así trascendemos lo ordinario y nos elevamos como ángeles.
Jóvenes posmodernos
“En ciertos jóvenes de hoy, como estos dos de mi taller de escritura, noto algo cada vez más inquietante: la avaricia despiadada, el hambre de tomar y tomar y tomar, pero nunca dar (…)”.
La sabiduría de no intervenir
“No corras, que llegarás tarde”, me decía un maestro. La tentación de lo cuantitativo nos aguijonea: más libros, contactos, vestidos, experiencias, palabras, debates, dineros, posesiones, etc. Queremos hacer, dejar huella, exhibir talentos. Que nos vean. Que nos aplaudan y celebren. Y nunca nos contentamos: quien tiene, siempre quiere más.