En el Politécnico, aunque las metodologías de enseñanza son diferentes a las nuestras, todos los profesores tienen un muy buen nivel y explican las cosas con bastante claridad, lo cual me entusiasmó mucho. Los cursos que elegí eran de maestría, puesto que estos son los que se dictan en inglés, y noté que había un buen balance entre horas de clase, de ejercicios y laboratorios; en general las clases se desarrollaron bien y los ingenieros siempre estuvieron a nuestra disposición para resolver cualquier duda que pudiera surgir.

Me alojé en San Donato, que es una ciudad un poco alejada del centro de Milán, pero se encuentra bien conectada gracias al metro, lo cual me facilitaba ir a las actividades que realizaba la ESN y ser constante en las partidas de vóley que organizaba el politécnico. Por último, lo que más me gustaba de Milán es que había iglesias en todos lados y era fácil acudir a una, aunque tuviera el día lleno de clases.

En University of Wisconsin-Platteville recibes una buena cantidad de responsabilidades, donde la puntualidad es primordial o si no, pierdes puntos. Los profesores que me tocaron fueron muy buenos y expertos en lo que enseñaron. Al final, recibí una A (máxima nota) en los 4 cursos que solicité.

En general, me gustó la educación. Tiene un nivel de exigencia interesante, que se vuelve un reto asequible.

Las instalaciones de todo el campus, en general, eran de muy alta calidad. Había bastantes espacios para diferentes cosas. También hay varias actividades y clubes para que te mantengas entretenido. Tienen instalaciones para realizar todos los deportes; personalmente, utilicé bastante el gimnasio y la piscina.

Mi experiencia académica fue realmente satisfactoria ya que como estudiante de arquitectura estaba muy interesada en conocer lugares arquitectónicos que tenía como referencia en la parte teórica, y durante el intercambio que realicé en la Universidad Paulista pude concretarlo gracias a las visitas técnicas que fueron organizadas por la universidad. Por otro lado, logré superar el reto que tenía desde mi elección de la Universidad, que era aprender el idioma portugués, ya que mis clases fueron dadas en dicho idioma.

La UNIP me agradó bastante porque tenían un horario flexible para los alumnos y esto se debía en parte porque en su mayoría los estudiantes trabajaban en su tiempo libre; es por ello es que logré relacionarme con algunos compañeros que ya tenía experiencia laboral y me favoreció mucho compartir conocimientos con ellos.

Una experiencia positiva e innovadora. La metodología fue el cambio más notorio. Los profesores allá dictan la clase en lineamientos generales y por lo general uno tiene que acudir al libro y/o asesorías con el docente para profundizar más el tema o resolver ejercicios.
La oferta de talleres y clubes es amplia, realizan ferias para presentar sus proyectos y reclutar interesados, asimismo, todas se publicitan mediante redes sociales.

Los alumnos por iniciativa propia crean clubes de diversas áreas (investigación, marketing, inversiones, danzas, etc). Estos presentan un proyecto con su plan de actividades para año y esto les permite competir por financiamiento que otorga la misma universidad para que club pueda llevarlo a acabo, el criterio principal es que genere mayor impacto positivo en los estudiantes y la sociedad. Me parece una buena opción que puede ser replicada.

Durante mi intercambio las clases fueron una experiencia distinta ya que eran con personas de diferente cultura, y las metodologías también eran diferentes. La Universidad Miguel Hernández de Elche cuenta con muy buenas instalaciones, es muy amplia y bonita. Los profesores tienen bastante consideración con los alumnos que vienen de intercambio. Me gustó mucho que algunos de los cursos que llevé usaban herramientas tecnológicas en la clase. Tuve que cambiar una asignatura cuando estuve ahí y la universidad me realizó el cambio muy rápidamente, me dio recomendaciones, y siempre estuvo disponible para mí ante cualquier requerimiento. Aprendí a ser una persona más responsable e independiente, siendo más consciente de todas las decisiones que tomaba.

En el semestre en Vancouver, tuve una experiencia integralmente enriquecedora, aprendí más sobre la importancia de la comunidad y la preservación del medio ambiente y la diversidad. La metodología era bastante buena: clases, tareas periódicas y dos semanas de exámenes. Daba bastante tiempo como para organizarse, estudiar o hacer las tareas con tiempo, y además involucrarse en mil y una actividades.
Había varios clubs, como el de alumnos de intercambio y uno de defensa personal. Existían muchas actividades recreativas, de deporte (como hiking), de integración de estudiantes de intercambio y los cursos fueron muy interesantes. Conectarme con persona de distintas trayectorias me ayudó a valorar la mía también.

Realizar el intercambio impactó mucho en mi desarrollo personal pues me permitió tener mayor independencia, me permitió aprender de diferentes formas de pensar y conocer a muchas personas de distintos lugares que me enseñaron acerca de sus culturas, lo que me llevó a comprender que alrededor del mundo hay mucha diversidad que vale la pena conocer. Además, Buenos Aires es una ciudad muy bella, en la que hay muchos lugares por visitar y se pueden realizar muchas actividades para vivir de cerca la cultura del lugar.

Cada una de las experiencias por las que pasé en el intercambio son inolvidables.

Haber estado de intercambio en Italia ha sido, sin duda, una de las mejores experiencias de mi vida. Me permitió insertarme dentro de un espacio académico sumamente enriquecedor, en el cual pude profundizar respecto de los temas y cursos que más me interesaban de mi carrera; esto gracias a la experiencia y conocimiento de los profesores que pude conocer. Pero no solo eso, además, me ha dado un espacio de intercambio cultural y aprendizaje integral necesario para afrontar mejor los retos de una sociedad globalizada como la de hoy.

Mi intercambio fue enriquecedor y definitivamente algo inolvidable, pues amplió de sobremanera mis horizontes y perspectivas, tanto de la carrera de Historia y Gestión Cultural, como de la vida. Gracias a esta experiencia, pude conocer mucha gente maravillosa y de distintas partes. La Universitat Internacional de Catalunya destaca por su excelencia académica y su maravillosa comunidad universitaria y la ciudad de Barcelona, por su gran riqueza cultural e histórica. Es una ciudad muy ordenada y con un sistema de transporte rápido y eficiente.

La Maastricht University, es una universidad bastante exigente que utiliza el proceso “Problem Based Learning”. Llevé cinco cursos, divididos en tres periodos, esta metodología favorece muchísimo al alumno sin descuidar la exigencia académica que caracteriza a esta universidad. Pude concentrarme exclusivamente en los cursos que me tocaban cada periodo, aumentando mi concentración y motivación hacia las clases. Gracias a esta organización, he tenido una mejora importante en mi desempeño académico y pude aprovechar mucho mejor el tiempo de estudios y el tiempo libre para realizar otras actividades.

La experiencia me ha servido muchísimo para aprender a valerme por mí misma, ser mucho más responsable, y aprender a cuidarme.

Realicé mi intercambio en la Universidad de los Andes en Santiago de Chile, donde llevé tres cursos y tuve la experiencia de hacer prácticas pre- profesionales lo cual me permitió comparar en primera persona la realidad educativa del país con la nuestra. He podido gozar de una biblioteca muy implementada y agradable para estudiar la cual he buscado aprovechar al máximo. Estudiar en la universidad me llevó a conocer profesoras muy dispuestas a ayudarme tanto en la clase como fuera, hoy incluso las puedo llamar amigas, Considero que Santiago es una ciudad muy ordenada y agradable para vivir, mi experiencia ahí ha sido positiva por todos lados, he conocido gente increíble, principalmente los otros compañeros de intercambio, que se han hecho grandes amigos y allá fuimos como hermanos. Los alrededores y las demás ciudades de Chile son muy bonitos y maravillosos para visitar, una variedad de paisajes a muy poco tiempo con mucho contraste. Definitivamente la experiencia de hacer un intercambio es super enriquecedora tanto profesional como personalmente.

La enseñanza en el CEU fue más práctica que teoría, sentí que aprendí mucho haciendo, poniendo en práctica lo que leía en las separatas. Valencia es un lugar bastante amigable, logré ubicarme súper rápido e hice buenas amistades que durarán toda la vida. El intercambio me hizo salir de mi zona de confort, me hizo mejor persona, más responsable y comprensiva con lo que pasa en el exterior.