Un mundo para el hombre

La perfección del hombre es una tarea inacabable, aunque el desarrollo de las potencialidades siempre tiene un límite. En este ensayo el mundo se presenta como un lugar para la vida, un lugar en el que la permanencia y el crecimiento inundan la existencia, pero donde el logro de la perfección no está asegurado de por sí. El esfuerzo constituye en todo caso la constante que permite una relación fructífera del hombre con el mundo.