16

Abr

2012

Por Susana Terrones Juárez

Por Julio Talledo. 16 abril, 2012.

La digresión es un término poco conocido entre los hablantes, sin embargo el saber en qué consiste podría ser de gran utilidad para la producción y comprensión de nuestros textos. Entendemos por digresión el efecto de romper el hilo de un discurso oral o escrito para introducir en él un tema que no tiene conexión con aquello de lo que se está tratando. Así, los receptores de los textos se ven obligados a desviar su atención hacia ese nuevo tema que aparece, suscitado en general por un término mencionado anteriormente.

Fijémonos, por ejemplo, en el fragmento de una entrevista que le hicieron a Mario Vargas Llosa (programa “Hoy por hoy”, Cadena Ser España, 1999): —¿Qué está escribiendo ahora Mario Vargas Llosa? / —Estoy escribiendo una novela situada en la República Dominicana, “donde, dicho sea de paso, se habla en un español muy rico” o en el enunciado: Algunas palabras tienen la capacidad de abrir puertas. “Son, por cierto, palabras “mágicas” en tanto nos dan pistas sobre el contenido de un texto”, observamos que las partes entrecomilladas de estos discursos son comentarios secundarios acerca de la República Dominicana y de las palabras que tienen la capacidad de abrir puertas, respectivamente.

En este sentido, expresiones como “por cierto”, “a propósito (de)” y “a todo esto”, conocidos como marcadores discursivos de digresión, sirven para introducir un comentario lateral en relación con el tema principal del que se está tratando en el discurso o la conversación (Portolés, 1998; Martín Zorraquino y Portolés, 1999; Nueva gramática de la lengua española, 2009) y, particularmente, se usan para dar información que en un determinado momento del discurso ya se debería conocer: No creo que vea a Juan en el acto académico. “A propósito”, me han dicho que será a las doce, no a las once, como estaba previsto; —Hoy juega el Grau… / —“A todo esto”, ¿qué hora es? He quedado con Julio a las cinco.

Otras expresiones digresivas como “dicho sea”, “dicho sea de paso”, “entre paréntesis”, “(dicho)/(dicho sea) entre paréntesis” y “otra cosa” son menos gramaticalizadas, es decir, son más coloquiales y de uso más frecuente en la lengua oral. Además, se emplean para introducir un comentario digresivo atenuado o evitar cierta responsabilidad sobre lo que se está diciendo: Juego al fútbol con mis amigos los domingos, “entre paréntesis”, bastante mal.

Docente.

Facultad de Ciencias de la Educación.

Universidad de Piura.

Artículo publicado en el diario Correo (Piura), domingo 15 de abril de 2012.

 

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