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Oct

2012

¿Conoces el origen de las esculturas públicas de Piura?

Alumnos de la Especialidad de Historia compartieron la investigación “Esculturas públicas” dirigida por Cristina Vargas.

Por Julio Talledo. 15 octubre, 2012.

(Piura).- Existen más de catorce esculturas de diferente época y valor artístico en la ciudad de Piura. Sin embargo, pocos conocen el origen de estas asombrosas estatuas con tal valor histórico, que debe ser reconocido por los piuranos como parte del patrimonio cultural de la ciudad. ¿Sabes quién las hizo, por qué o qué representan? Durante el Coloquio de Estudiantes de Historia, María Paz Bullard García-Naranjo, alumna de la Especialidad de Historia de la UDEP, compartió la investigación “Esculturas públicas” dirigida por Cristina Vargas, docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Piura.

En 1870 José Balta, entonces presidente del Perú, regaló a Piura una escultura de gusto neoclásico la “Alegoría de la libertad”, mal denominada ‘Pola’. Esta remplazó a otra de madera que, según cuentan, fue erigida por colombianos residentes en la ciudad en honor a Policarpia, una de las máximas representantes de la Revolución Colombiana, reconocida como heroína de la independencia de Colombia.

La Alegoría de la Libertad, desde su posición, ha presenciado la rutina popular piurana: retretas dominicales con banda de músicos incluida y despliegue de colegios e instituciones que desfilan en fechas cívicas. La piuranísima efigie se sitúa esbelta, gallarda, bella y blanca con la mirada hacia el barrio sur, en el centro de la Plaza de Armas de la calurosa Piura.

Ignacio Merino
La historia de esta escultura erigida en honor al pintor piurano Ignacio Merino, ubicada en la plazuela que actualmente lleva su nombre, también se expuso durante el Coloquio de Estudiantes de la UDEP. Esta obra del Ludovico Marazzani—escultor italiano—se remonta a principios del siglo XX y fue inaugurada en 1903.

“Colocar una efigie de Ignacio Merino era una deuda de la tierra que lo vio nacer. Aunque la mayor parte de su vida la pasó en París, su legado en cuanto a la pintura historicista (a nivel peruano y sudamericano) es fundamental”, señaló la profesora Vargas, asesora del estudio.

Ignacio Merino es uno de los más grandes pintores clásicos peruanos que gozó de gran prestigio internacional, al punto de que sus pinturas inspiraron al famoso escritor francés Julio Verne a escribir unos de sus primeros relatos. “Él estudió con los maestros franceses Paula Delaroche y Delacroix, identificándose especialmente con el primero, con quien se le parangona y de quien tomó, seguramente, su afición por los temas históricos”, corroboró Bullard.

Francisco Pizarro
Es importante resaltar la escultura de Francisco Pizarro, pues se estudió como el símbolo de reconciliación y reconocimiento histórico para el fundador de Piura. Esta efigie, ubicada en la “Plaza de las Tres Culturas”, fue un regalo de la colonia española afincada en la ciudad durante el siglo XX.  Cabe mencionar que fue obra del escultor valenciano Pío Mollar y se inauguró en 1925.

La Paloma de la paz
Esta escultura moderna, creada por Víctor Delfín, se ubica en el Centro Cívico de Piura y fue hecha experimentando con concreto armado. La autora de la investigación comentó que la efigie es la más controversial entre las cuatro, ya que el pueblo piurano tenía dificultad en aceptarla por su ruptura con la estética que estaba acostumbrado a observar.

La profesora Vargas comenta que la investigación realizada en el curso de Arte Peruano Republicano—de la Licenciatura de Historia y GestiónCultural de la UDEP—intenta sugerir la toma de acciones para la protección de una parte del patrimonio público, mueble ubicado en el centro histórico de Piura. Por otro lado, María Paz señala que el trabajo consistió en el llenado de fichas de registro, partiendo de una búsqueda exhaustiva de datos; por lo cual, dijo, el estudio les llevó a realizar múltiples visitas a distintos archivos, hemerotecas y bibliotecas de la ciudad.

Vargas y Bullard coinciden en que la Alegoría de la Libertad, Ignacio Merino, Francisco Pizarro y La Paloma de la paz forman parte del patrimonio cultural de la nación y, principalmente, de la ciudad, debido a su valor y significado histórico y artístico. Lamentablemente, con el paso del tiempo, la población ha ido olvidando su importancia. Es por ello que el paso siguiente –que es el objetivo de los alumnos desde que se propusieron continuar con la investigación iniciada por la profesora del curso—es procurar que su propietario (la Municipalidad Provincial de Piura), solicite su registro a nivel de Ministerio de Cultura, como un medio inicial de protección patrimonial. Asimismo, la docente de la UDEP indicó que se espera que la autoridad local tome medidas pertinentes para la conservación preventiva de los monumentos.

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